sábado, 10 de octubre de 2015

Jonesy

Jonesy llegó de rebote. Un gatito pequeñito, blanco y negro, necesitaba que lo sacaran de la calle y la protectora castellonense 2ª Oportunidad pedía ayuda para él, así que me ofrecí a acogerle. Sin embargo, los días siguientes el gatito no dio señales de vida, y finalmente, preguntando a los vecinos, descubrieron que se lo habían quedado y que ese gatito ya estaba a salvo. ¡Bien!

—Pero, ¿te importaría acoger a otro?

Dije que no me importaba, con la única condición de que fuera cachorrito, porque Yang tiene a veces muchos problemas con los gatos adultos, mientras que con los peques suele llevarse razonablemente bien. Y así fue como Emilio, que en esos días andaba por Castellón, recogió a este currusquín y lo trajo a casa:


Venía sin nombre y le pusimos Jones, por estar yo trabajando en la película de Tadeo Jones 2. Jones, o Jonesy, vivía en la calle y lo habían sacado a petición de un posible adoptante, quien lo había acabado rechazando porque no le gustaba el color. El infeliz no sabe lo que se perdió. Jonesy es un saquito de amor y ronroneos.

Pero eso sí: venía hecho un Cristo. Tenía el culete muuuy irritado. En la prote ya le habían puesto un collar isabelino porque no dejaba de intentar lamerse, empeorando la situación.



Tuvimos que ponerle pomada, mantener el collar durante varios días (salvo cuando podíamos vigilarle estrechamente, en cuyo caso le dejábamos descansar de él un poco) y darle buena alimentación para que se le parara la diarrea. No le gustaba nada que le pusiéramos la pomada, seguramente porque le picaba. Pero en tres o cuatro días la mejoría ya fue tan obvia que pudimos quitarle el collar. No hace falta decir lo cómodo que le resultó estar sin él.





Lo peor fueron los ojitos. No es que estuvieran muy mal, pero tampoco estaban bien del todo. Se los veía un poco rojitos y la luz le molestaba (en esta foto ya estaba casi bien, pero es de las pocas que tengo nítidas ^^).



Hicimos pruebas y el PCR dio negativo a herpes, que fue la primera sospecha de la veterinaria. Dio, en cambio, positivo a clamidia, y empezamos el tratamiento de 28 días necesario para eliminar esta bacteria, que puede traspasarse a otros gatos por medio de la lágrima o las secreciones nasales. Intentamos ser cuidadosos con nuestros gatos y lo mantuvimos bastante tiempo aislado.

Pero una vez curada la clamidia, el veterinario dijo que aún había queratitis. Gotas, pomadas... le pusimos de todo en los ojitos al pobrecito. Al menos lo pudo compensar jugando con nuestros monstruos, porque ya pudimos juntarles y se lo pasaban pipa corriendo unos detrás de otros. Como suele suceder, los nuestros se activaron con tanto juego y creo de disfrutaron mucho de la presencia del peque. Yang un poco menos. No lleva bien que algún renacuajo le haga una llave de judo enganchándosele al cuello de rosca.

En estas fechas, hablé con una amiga, Lorena, y cuál no sería mi sorpresa cuando me dijo que quería a nuestro Jonesy. No podía creer en la suerte del peque, ¡iba a tener la mejor mamá del mundo! Y un hermanote de ocho kilos que ni el primo de Zumosol. Emilio y yo nos quedamos súper felices, porque no hay nada más reconfortante cuando eres casa de acogida que saber que la adopción va a ser simplemente perfecta.

El veterinario insistía con el herpes. La queratitis no acababa de curarse y, a pesar del PCR negativo, nos dio una pomada específica para herpes. Entretanto, seguimos con trajines, porque Lorena se tenía que llevar a Jonesy (al que ella llamaría Blue) a Alemania y era necesario poner las vacunas correspondientes, el chip y obtener el pasaporte. Se hizo todo a tiempo, aunque un poco a las carreras, y hago constar aquí mi agradecimiento para con la clínica veterinaria Klíper por haberse desvivido para que todo estuviera a punto para el viaje.

El último día tuvieron la gentileza de llamar a otra oftalmóloga con más experiencia para que ayudase en el diagnóstico de Jonesy-Blue, y dictaminó que no había ninguna duda: el peque tiene herpes (por lo que nos dijo, el PCR ya no se hace casi nunca por ser poco fiable). El herpes es un virus que, al igual que en los humanos, permanece siempre latente y, de vez en cuando, se expresa. Así que la mala noticia es que el peque siempre tendrá herpes. La buena es que va y viene, y que si sus defensas se mantienen altas no tendría por qué salir. Y que, además, tiene la mejor mami del mundo para cuidarle.

El 20 de septiembre el peque voló a Alemania en su pequeño transportín homologado. Es tan sumamente tranquilo que Lore incluso lo sacó del transportín durante el viaje y durmió en su regazo sin moverse. Las azafatas no le dijeron nada hasta que llegó el momento de aterrizar. ¿Cómo iban a hacerlo? Todo el mundo cae rendido ante la dulzura de Jonesy-Blue.



Y allí conoció a su hermanito y a su hermanita:



Y también se ha llevado un trocito de nuestro corazón para Alemania, porque no se podía ser más adorable y bueno, además de ser un bellezón como pocos.



Muchas cosquillitas para ti desde España, mi currusquín.