jueves, 30 de septiembre de 2010

Y ahora... ¿dónde me pongo yo?

Ayer me fui a acostar y me encontré con esta estampa:

Normalmente, no les dejamos dormir con nosotros, pero no tuve corazón para echarles viéndoles tan a gustito. Además, los muy bandidos, que saben que si se mueven o abren los ojos me da menos pena sacarles de la habitación, casi ni parpadearon y se estuvieron muuy quietecitos, con apenas una breve mirada para ver qué hacía yo. O sea, hacerles fotos. :-D

Al final acabamos así:


Menos mal que al cabo de un rato se fueron motu proprio y pude dormir un poco más cómoda, que si no... :D

Mis gatitos guapos

Mirad qué preciosidades tengo (clic en la foto para ampliar):


¿No son para comérselos?

martes, 28 de septiembre de 2010

Esmeralda, esterilizada

Hoy Esme ha sido esterilizada. La llevé al veterinario por la mañana, la dejé allí tras firmar la autorización para la operación, y a mediodía me pasé por allí a preguntar qué tal había ido. Me dijeron que todo había ido estupendamente, que estaba dormidita y que volviese a eso de las seis a recogerla. Así que a las seis fuimos Emilio y yo.

La encontramos muy tranquila. Zapatitos, en su día, estuvo bastante más inquieta. En el veterinario, la chica le puso la redecilla para que no se pueda quitar los puntos y Esmeralda la dejó hacer sin decir ni mú. Se dejó meter en el transportín como si nada y hala, a casita.

Una vez en su habitación, dejamos el transportín en el suelo y ella se quedó un momento echadita. Luego se intentó levantar, y pensé que iba a hacer como Zapatitos, que se había puesto a andar dando tumbos, tambaleante pero con cierto control. Esmeralda, en cambio, se tiró de cabeza fuera del transportín y, de pronto, como si se hubiera llevado un susto enorme, se puso a dar saltos por la habitación cual cabra montesa. Nos costó unos segundos cogerla y mantenerla quieta para que no se le saltaran los puntos. Luego, para mantenerla tranquila, Emilio se quedó con ella a descansar, sosteniéndola con ternura mientras Yin no perdía ojo desde la puerta cerrada del balcón.

La peque ya ha comido un poquito de latita, le volveremos a dar un poquito a las diez, con un trocito de pastilla para los dolores. Si todo va bien, en unos días estará como nueva.






Mis callejeritos

Tras traer a Yin a casa, y antes de que viniera Yang, los callejeritos ya hicieron su aparición en mi vida. La primera fue una gatita blanca y negra, adulta pero de tamaño pequeño, muy bonita. Por ser la primera en aparecer, la identificamos como Alfa, aunque le ha quedado Alfie. Le empecé a poner comidita todas las noches, y no faltaba nunca a la cita. Incluso me llegaba a esperar pegadita a la puerta del portal, con su carita tan dulce intentando escudriñar a través del cristal a ver si aparecía su ansiada comidita.

Alfie venía siempre acompañada de un gato macho, también blanco y negro. Podrían ser hermanos por lo mucho que se parecen, aunque Alfie está mucho más limpia que él. El gato tiene la naricita negra, lo cual nos inspiró el nombre de Botón. De Alfie no tengo fotos aún, pero de Botón sí. Este es:


Alfie y Botón, y sobre todo la comida, no tardaron en atraer a otras tres gatas. La primera es Pumuky, un bellezón de pelo largo que todavía no me explico cómo ha ido a parar a la calle. ¿La habrán abandonado? ¿Habrá nacido en la calle, a pesar de que es la única de pelo largo que hay por las inmediaciones? De tan guapa que es, la difundimos por internet y le han salido acogida y adoptante, pero está asilvestrada y aún no hemos conseguido cogerla. Lo seguiremos intentando. Esta es Pumuky:


Otra de las gatas es completamente negra, muy asustadiza. Y la tercera, algo más confiada pero sin dejarse tocar, la llamamos Tiburón porque es toda negra veteada en grises y con la barbilla y los bigotitos blancos, preciosa.

A la negrita la bautizamos cuando nos trajo a sus cuatro cachorritos. La llamamos Mami. Los cachorritos son preciosos, ahora ya rondan los cinco meses. Uno blanco y negro, otro negrito como la madre, otra tricolor y una carey, llamados Frodo, Bob Ford, Jessie y María respectivamente. Lamentablemente, María murió no hace mucho atropellada por un coche. Probablemente dormía debajo, el coche abandonó su aparcamiento y... :-( Jessie también desapareció hace mucho tiempo también, supongo que en similares circunstancias. Ambas eran guapísimas y nos dio mucha pena su pérdida. Por suerte, Frodo y Bob nos visitan con frecuencia.

Aquí tengo algunas fotitos del grupo.

En esta se puede ver a Jessie, Bob y Frodo comiendo, y Botón a la derecha, de espaldas:


En estas, vemos que Mami nos mira (en la primera), y el pequeño Bob la mira a su vez, a su lado. En la segunda ya comen los dos. María, la carey, está a la izquierda, sentadita. Pumuky, en el centro, inconfundible con su pelaje largo, y a su derecha, Frodito. En primer término está Botón, que está bebiendo y no se le ve la carita.





Jessie y Frodo. Qué lástima la desaparición de Jessie. :-(


De pronto, un día pasó una gata naranja, muy delgadita y con las tetitas colgando. No tardó en descubrir todo el percal. Un día oí unos maullidos de cachorrito y me asomé a la ventana a ver qué pasaba. Un minigatito naranjito estaba recibiendo una paliza por parte de Tiburón, la gata de los bigotes blancos. Le pedí a Emilio (a gritos, cof cof) que bajara corriendo a separarlos mientras yo vigilaba desde arriba. Creí que la gata iba a matar al chiquitín, que estaba solito. Emilio llegó, y Tiburón dejó al pequeño, que también se escondió. Por fortuna para ellos, todos estos gatos son silvestres y no dejan que nadie les toque. Ya estaba pensando yo si llevarme al peque en caso de que no apareciera su madre, cuando llegó la gata naranja que habíamos visto días atrás y el gatito dejó de maullar y se arrimó a ella, feliz. Así que nos había traído a su cachorrito. Otro más que alimentar, pobrecitos. Del susto que me llevé con el altercado, se le quedó el nombre de Susto, y a la mami la llamamos Marisol.

Como estos eran nuevos, un día les seguimos para ver de dónde salían y, para nuestra sorpresa, descubrimos que tenia otro cachorrito más en su refugio. Así que le llamamos Sorpresa. Los dos cachorritos, Susto y Sorpresa, son más jóvenes que los de Mami y son preciosísimos. Pensar que los tuve en una jaula trampa y no me los llevé para difundirlos... :-( Estos son:


Y estos son todos... de momento. Los cachorritos ya van creciendo, pero no pierdo la esperanza de poder ir cogiéndolos de uno en uno e ir sacándolos de la calle. Lástima no tener más dinero para esterilizarlos a todos y poder parar el crecimiento de la colonia. Ahora llega el invierno y van a pasar mucho frío, pobrecitos.

Al menos, mientras yo esté por aquí, comida no les faltará.

Fundas antipelos para camas y sofás

Hace poco descubrí que existía esta página: Twenty Cats

Para los que tenemos gatos, podría ser interesante echarle un ojo. Por lo que he leído, son fundas en las que no se pega el pelo, por lo que es más fácil quitarlo al limpiar. No sé si valdría la pena o no, quizá lo pruebe un día y os cuente.

De momento, vale la pena tomar nota. :-)

lunes, 27 de septiembre de 2010

Esperanza Felina

Ayer tuve el placer de conocer a unas personas maravillosas, que lo dan todo por los pequeños felinos, que sacrifican su vida, su dinero, su tiempo, su todo, por ayudarles y darles una vida mejor. Ellos son los chicos y chicas de Esperanza Felina, una asociación de reciente creación que, sin apenas recursos, hace lo que puede por los gatitos que puede. Yo misma he aportado mi granito de arena haciéndoles gratuitamente la web, y aún me parece poco en comparación con lo que se puede hacer y espero hacer en el futuro.

Montse, Patxi, Ainhoa, Óscar, Esti, Bea, ha sido un inmenso placer conoceros en persona, y es realmente admirable la labor que desempeñáis, el amor que desprendéis y la grandeza de vuestros corazones. Gracias por ser como sois.

Si estás leyendo esto, que sepas que 5€ tuyos al mes es suficiente para ayudar a salvar la vida de muchos gatitos. Es lo que necesitas para hacerte socio. Tú tal vez no notes el gasto, pero ellas notarán el aporte. No se van a lucrar con tu dinero, pero sí se beneficiarán los gatitos de esos 5€ caídos de un ángel del cielo, ¡y ojalá que haya muchos!

Ánimo, ¡colabora! Tu bolsillo no lo notará, pero tu corazón sí.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Y uno... y dos... y uno... y dos...

Para que vuestro gato no engorde, no hay nada como una buena sesión de flexiones. Yang os enseñará cómo hacerlo. ¡Es la Jane Fonda gatuna! :D


martes, 21 de septiembre de 2010

Armonía felina

¡Qué satisfacción poder ver hoy a mis gatitos juntos y en perfecta armonía mientras dormían una siestecita! Sobre todo a Yang (en el centro de la foto), que es la más tímida de los tres y le cuesta hacer amigos. Con Zapatitos nunca se llevó bien. Sin embargo, con Esmeralda apunta maneras. :-)

lunes, 20 de septiembre de 2010

Zapatitos encuentra hogar

¡Por fin Zapatitos ha encontrado unos papis estupendos!

Llevaba ya con nosotros unos cinco meses, tiempo más que suficiente para cogerle cariño y desear para ella todo el amor del mundo en un hogar agradable y tranquilo. ¡Y lo encontró! Rita y Miguel la han adoptado y se nota que la adoran y la miman mucho. Rita se enamoró de ella meses atrás, cuando la anuncié en un foro, y le siguió la pista durante meses hasta que, por fin, Miguel se animó también y decidieron llamarme.

A punto estuvieron de echarse atrás por el tema de cuestionario, preseguimiento y postseguimiento, de lo que hablaré en sucesivos post pues me parece un tema importante, pero finalmente la adopción salió adelante y Zapatitos es muy feliz en su nueva casita.

Más incluso de lo que lo era en la mía, pues con Yang nunca tuvo una relación muy cordial. Yang siempre estaba tensa con ella. Un pequeño ejemplo:



Con Yin llegó a tener una buena amistad, gracias al buen carácter de Yin. Al principio, ella le tenía un poco de miedo, pero pronto se hicieron buenos amigos.




Yin tiene una facilidad especial para llevarse bien con los demás gatos. O al menos con las gatas, pues aún no hemos acogido a ningún macho. Ya caerá. :-) Aquí el bichillo jugando con Yang, con quien se lleva estupendamente:



Creíamos que cuando Zapatitos se fuera íbamos a llorar como Magdalenas, pero nos quedamos muy contentos. Rita y Miguel nos causaron muy buena impresión y supimos que allí estaría bien. Además, ver a Yang tan liberada nos da mucha alegría. La pobre, desde que se ha ido Zapatitos, ha cambiado como de la noche al día: está más mimosona, más parlanchina, más encontradiza... ¡Es otra gata!

Sólo me queda desearle a Zapatitos la más absoluta de las felicidades. Siempre será una de los míos. :-)

¡Mucha suerte, pequeña!