martes, 8 de marzo de 2011

Ya no quedan más fotos de gatitos para subir a Internet

¿Queréis reiros un rato? No os perdáis esta noticia:

Ya no quedan más fotos de gatitos para subir a Internet

Para los más perezosos, transcribo (extraída de "El Mundo Today"):

(Y para los despistados, que no, que no es una noticia "seria"). :D


Ya no quedan más fotos de gatitos para subir a Internet

Publicado el 8 de Marzo de 2011 por Kike García

Diversos expertos han alertado a empresas, usuarios y gobiernos de que en menos de 15 días ya no quedarán fotos nuevas de gatitos para subir a Internet. En la Red, donde ya hay más de 20 millones de fotografías de mininos haciendo cosas graciosas, se publican diariamente 2.000 fotos nuevas de gatos. Sin embargo, sólo se capturan 200 imágenes nuevas al día, por lo que el stock está a punto de agotarse. “Llevamos años publicando más fotos de las que hacemos, lo que no es sostenible a largo plazo. Lo que tenemos que hacer ahora es planificar medidas efectivas y solventes. Algo que debería haberse hecho hace mucho tiempo”, declara marisakiss93, una internauta de 13 años experta en fotos de animales monos.

Según los expertos, sin fotos de gatitos la Red perdería atractivo para muchos usuarios. Ello tendría consecuencias económicas gravísimas a nivel global, especialmente para las operadoras de Internet. El interés por la Red, además, no puede mantenerse a largo plazo sólo con fotografías de bebés eructando o de perritos durmiéndose dado que el papel de los gatos resulta esencial como canalizador de la imaginería del internauta.

Durante un pleno del Consejo Asesor de Telecomunicaciones celebrado el jueves de la semana pasada en Madrid, la Asociación de Usuarios de Internet explicó al Gobierno la necesidad de adoptar un plan que garantice una gestión adecuada de las fotos de animalitos. “Por ejemplo, estableciendo límites o designando a un comité de expertos para que fije un número máximo de fotos de gatitos que puedan subirse a la Red al día, asegurando así un suministro continuado para mucho tiempo. Es necesario pensar a largo plazo”, explica un portavoz de la entidad.

Hace unas semanas, Vint Cerf, reconocido como uno de los padres de Internet, ya alertó a usuarios de todo el mundo de esta situación. “Todo en lo que trabajamos se irá al traste si los gobiernos no intentan controlar el uso indiscriminado de fotografías de gatitos”, dijo. Diversos movimientos a favor de la neutralidad de la Red, sin embargo, abogan por el intercambio libre de archivos -contengan o no imágenes de felinos-. No asumen, sin embargo, las graves consecuencias de su postura. “Quedan apenas 3.000 fotos inéditas. Intentemos que duren. No las publiquemos todas de golpe”, insiste Cerf.

Dolores Parmalat, portavoz de la protectora de animales PETA en España, ha enviado un comunicado a los medios para puntualizar que es inadmisible que Internet se sostenga toda en ella en “la pornografía insana” que conlleva ver fotografías de gatos. “En China son sacrificados 2.000 gatos diariamente porque no quedan bien en las fotos y en Occidente, donde son consumidas esas fotos, estamos dando la espalda a esta realidad”.

Internet y los felinos, año a año.

1969: Se ponen en funcionamiento los primeros nodos de ARPAnet en distintas universidades americanas. Se envía el primer retrato de un gato -un “british shorthair” llamado Muffin, mascota del Massachussets Instite of Techonology- de un ordenador a otro. Tarda tres días en llegar, dando como resultado una imagen muy primaria tal que así: >:-(

1972: Primera demostración pública de ARPAnet. Muffin se queda atascado en un condensador dando lugar a una escena muy graciosa. Para poder explicárselo a sus colegas de Stanford, los “padres de Internet” inventan el correo electrónico.

1974: Se publica el protocolo de Control de Transferencia (TCP: “Transfering Cats and Pussies”). Primera foto en la Red de un gato con obesidad mórbida.

1992: El CERN de Ginebra facilita el código para enlazar información hipertextual sobre la Red (Http) y se establece la primera red mundial (World Wide Web, WWW). La WWW es un conjunto de protocolos que permite, ya de forma sencilla, intercambiar enlaces a webs con fotos de gatos.

1995: Los estadounidenses se acostumbran a comprar “online” comida para gatos. Se establecen los primeros protocolos de pagos seguros. Nace Amazon.

2005: El vídeo de un gatito quedándose dormido sobre su plato de comida es comprimido en formato Flash y publicado en una web que permite a los usuarios intercambiar vídeos similares. Ha nacido YouTube.

2006: Un gato encima de un teclado deja un mensaje de 140 caracteres. Nace Twitter.

2010: Un trabajador pierde, de media, 7,2 horas semanales viendo fotos de gatitos en la Red.

2011: Tras la implantación de YouTube y la web 2.0, el intercambio de fotos y vídeos de gatos crece exponencialmente conduciendo Internet al colapso.

domingo, 6 de marzo de 2011

Botoncita y el baño

Anteayer bañamos a Botoncita, la enana recién llegada, y me quedé perpleja porque no dijo ni miau durante todo el baño. Debía de estar muy asustada la pobre, pero estuvo calladita tooodo el tiempo. Disfrutó mucho del secado delante de la estufa (sin secador), y más disfruté yo cuando vi que aquella pelotilla polvorienta y mugrosa se había convertido en un pompón sedoso al que daba gusto acariciar. Esa misma tarde la habíamos llevado al veterinario y le habíamos quitado allí una pedazo de garrapata más grande que ella, y que llevaba enganchada a su hijita garrapatita. Y tenía otra hija más, que apareció ayer en el pelo de Emilio tras perderse, probablemente, por la manta o la cestita de la gata. ¡Qué peligro!

La peque ya juega a todas horas y se nos acerca, aunque tímidamente. También está empezando a pedir caricias, le gustan mucho y ronronea cuando la tocamos. No le gusta mucho que la cojamos, pero se va acostumbrando poquito a poco. La pobre está aislada en la habitación y apenas tenemos tiempo para ella, pero hacemos lo que podemos para ir socializándola. Ojalá encuentre pronto una casa de acogida donde le puedan dedicar un poquito más de tiempo, o una adopción que la compense por lo mal que lo ha pasado hasta ahora.

Unas fotitos del juguetito de la casa, limpia y radiante:









Y un vídeo de la peque jugando :-)

Mi hermano también tiene una gatita negra

Esta es Coco, la gatita de mi hermano:





Coco apareció en la calle un día de lluvia, maullando de hambre y frío. Mi cuñada la vio y no pudo dejarla allí en la calle, sola, mojada y miserable, así que la subió para casa con la intención inicial de darle de comer y dejarla salir después. Pero ya no pudo echarla. :-)

Mi hermano no quería quedársela, así que me comprometí a quedármela yo, que en aquel momento estaba buscando una Yang para Yin (aún teníamos sólo un gato). Pero, para cuando me la iban a dar (tras vacunas, esterilizaciones, y encontrar una fecha adecuada para el traslado Asturias-Castellón), mi hermano ya se había encariñado con ella y decidieron quedársela. Así que yo me busqué otra Yang, que es esta preciosidad que tengo en casa, y ellos se quedaron con Coco, que es una hermosura también. ¿A que sí?

Y mi hermana también tiene una gatita negra, esa os la pondré otro día, cuando me pase fotos. Veréis qué belleza, es tremenda.

Y también me han escrito del blog Gatos-Gatunos (ver los enlaces) para contarme que también tienen un gato negro precioso, llamado Sagu. Me dicen: "En la protectora le llamaron 'Pantera' pero más bien era 'Pelotilla Negra Asustada'. Ahora es un panterota supermimosa". Entrad en su blog para leer sus aventuras, es muy divertido. :-)

¡Besos!

jueves, 3 de marzo de 2011

Debajo un Botón ton ton

Estos días han transcurrido con tranquilidad: Susto está felizmente acogido en Barcelona, Sorpresa juega feliz con Yin y con Yang (¡sí, también con Yang!) mientras espera su hogar definitivo y nosotros seguimos alimentando a los callejeritos. Por la zona sólo quedan ahora dos gatas adultas, Botón (el macho adulto que las preña a todas, el bandido) y una cachorrita de unos cuatro meses que vivía en un solar y que presuponemos hija de Botón (es idéntica a él).

Ayer, Emilio bajó la comida para los cuatro. Bajaba con la ilusión de los últimos días, nacida de ver que la cachorrita cada vez se iba dejando acariciar más, y llevaba varios días saludándole con potentes maullidos cuando lo veía aparecer. Ayer no fue diferente: oí los maullidos desde mi ventana. Él le puso carne de lata y ella empezó a comer, feliz. Él se puso a acariciarla por el lomo, por la cabeza, por la barriga... caramba, qué fácil sería cogerla, pensó. Y la cogió, levantándola por la barriguita. Al principio ella debió de quedarse en estado de shock, sin saber muy bien qué pasaba, porque Emilio asegura que al principio no se movió mucho. Pero luego, con el ruido de la bolsa de plástico al caminar y supongo que también con el vaivén de los pasos, reaccionó y empezó a escurrirse por aquí y por allá. Por suerte, el portal está cerca y, cuando por fin consiguió escaparse y dar con sus huesos en el suelo, Emilio ya estaba subiendo por las escaleras de casa. La cogió y de nuevo se le escurrió. La tercera vez fue la vencida y consiguió llegar a la puerta de casa y llamar al timbre como un desesperado. Abrí yo, con cara de sorpresa (normalmente abre con llave, no llama, y menos con tanta insistencia), y con la mirada me indica que tiene algo bajo el brazo, y yo miro y veo una cabecita redonda que me mira con cara de miedo.



La pusimos en "la habitación de los invitados", como a todos los gatos recién llegados (salvo a Esme, que cuando llegó daba tanta pena que la pusimos directamente en el patio, aprovechando que era agosto). Le pusimos los comederos (pienso y latita), cestita, mantita, bebedero... y pese a su miedo, no pudo resistirse al jamón York, y cuando encontró el bebedero, tras el susto inicial de meter la nariz en el agua porque no la vio, se puso a beber como posesa, y bebió largo rato. Siempre nos ha intrigado dónde conseguía el agua en el solar en el que vivía, ¿algún vecino? ¿Alguna cañería rota? ¿Algún charco imperecedero? No lo sabemos, pero vino sedienta, la pobre.

Aún tenía mucho miedo de nosotros, nos bufaba e intentaba esconderse por los rincones de la habitación, pero nosotros la cogíamos y la acariciábamos para enseñarle que el miedo era innecesario y que no le pasaría nada estando en nuestras manos. Tras comer un poquito, la dejamos descansar, y no dijo ni miau en toda la noche.

A lo largo del día de hoy la hemos visitado varias veces en su habitación. Sigue asustada, pero cada vez menos, y en cuanto la acariciamos un poco ronronea como una locomotora. Nuestros gatos sienten curiosidad por la nueva inquilina, y la han ido a ver a través del cristal de la puerta del balcón. Yang estuvo allí largo rato, y un poco más y consigue colarse, pues la muy bandida sabe abrir puertas correderas. Yin también fue a saludar, y Sorpresa, que hace todo lo que hace Yin, también se acercó, expresando su inquietud con maullidos cortos y variopintos. Durante unos minutos les dejé olisquear la habitación mientras sostenía a la peque en brazos. Ella estuvo intranquila todo el rato, viendo a los otros gatos por la habitación, pero se tranquilizó de nuevo cuando salieron.

Hoy ha comido y ha utilizado la bandeja cubierta (sin puerta) casi normalmente, aunque tiende a esconderse todavía por los rincones. Cada vez que voy, la saco, para que compruebe que todo lo que obtiene de nosotros son caricias y que no hay nada que temer. Hay quien prefiere no forzarles. Yo no lo haría si sintieran pánico o agresividad o nunca hubieran tenido trato con humanos o hubieran sido maltratados; pero cuando sólo es un poco de miedo por el cambio calle-casa y ya han recibido caricias con gusto en otras ocasiones, sí que soy partidaria de cogerles y acariciarles a su pesar, para ahorrarles el tiempo de darse cuenta por sí mismos de que no pasa nada si se nos acercan. Hasta ahora me ha dado buenos resultados. De hecho, esta tarde la peque ya está mucho más accesible que ayer.

En el veterinario hemos comprado comida para peques y una pipeta para desparasitar a la gatita, que ya le hemos puesto sin niguna complicación. Está muy delgada, se le notan las costillas bajo la piel. Está sucia y asustada, pero con algunos cuidados se pondrá preciosa. En cuanto podamos la vacunaremos y luego sólo nos quedará esperar a que le salga una acogida, una adopción, o a que crezca y se haga amiguita de nuestros monstruítos, o hasta que se haga "demasiado" amiguita y haya que esterilizarla. :-) La lástima es que creo que, después de los gatos negros, los blancos y negros son los menos populares, pero no importa. A esta gatita ya le ha tocado la lotería y hoy, día lluvioso y frío, ya no tiene que estar a la intemperie congelándose, y si todo sale como esperamos (que aparezca una buena familia para ella que jamás la abandone) ya nunca lo estará.

Para difundirla, la he llamado Botoncita, porque tiene la naricita negra y parece un botón en medio de su hocico blanco. Su padre se llama Botón por lo mismo, se parecen mucho. Emilio dice que Botoncita es un nombre horrible, pero bueno, el nombre puede cambiarse, no me preocupa demasiado. :D

Os dejo una fotos de Botoncita, tomadas en su segundo día en casa. Es muy pequeña de tamaño, sólo tiene cuatro mesecitos. Es un bebé, la pobre.