domingo, 10 de octubre de 2010

¡Otro gato negro: Hobbes!

Cada vez más personas nos damos cuenta del encanto que tienen los gatos negros. Marta nos escribe para contarnos que ella es una de estas personas tan especiales, y nos cuenta cómo fue Hobbes a parar a su vida:

Soy Marta de Esperanza Felina, y como tengo un gato negro pues me he animado a mandarte la pequeña historia de Hobbes.

Siempre me han gustado los animales y siempre han rondado gatos por casa cuando vivía en el pueblo. Al final llegó de rebote un gato precioso, tipo angora blanco-canela de ojos azules. Vivió 18 añazos. Para entonces, yo ya vivía con mi pareja y a los dos meses me fui a la protectora. Quería una gata negra, me hacía ilusión, pero cuando llegué no había, solo había un cachorrito precioso e indefenso, blanco.

Así que me fui a casa con mi gatico blanco y me quedé con la cosa de que quería un gato negro.

Pasaron unos meses y el pequeño se sentía solo porque pasábamos mucho tiempo fuera de casa. Así que llamé a la protectora, me cogió el teléfono Montse (de Esperanza Felina) y pregunté a ver qué carajo era eso de las casas de acogida. Me dijo que a ver que tipo de gato quería y cuando le dije que negro, se puso supercontenta y me dijo que tenía uno que estaba a punto de rendirse. Como era negro, nadie le quería y no hacía más que pedir mimos y más mimos, pero a pesar de ser cariñoso y sociable nadie le quería por ser negro. Estaba muy delgado, tenía caspa en el pelo, y estaba tristón y sin energía. Según me contaron estaba desesperadito y estaba dejando de comer.

Llegó a casa y enseguida se puso a comer, a pedir mimos... y la verdad es que se hizo un hueco en nuestra casa o en nuestra familia o... no sé que pasó, pero el gato nos conquistó y se quedó en casa.

Ahora tenemos a Gary, a Hobbes y a Sam de acogida, que también es blanco, por eso puse en el foro que entre las dos hacemos 3 yin-yangs.


¡Sam, Gary y Esmeralda se parecen mucho!

La primera foto es del primer día en casa:



La segunda es de hace poco:


La tercera son Gary y Hobbes:


Y la cuarta es de Sam, que está en adopción y lo tenemos en acogida. Si queréis que forme parte de vuestra familia, no tenéis más que poneros en contacto con Esperanza Felina.


Espero que te guste nuestra pequeña historia.

¡Gracias por hablarnos de tu gatito negro, Marta! Pobrecito, menos mal que apareciste tú en su vida. Es muy triste que la gente no quiera gatos negros por el mero hecho de serlo. Con lo divertido que es cuando se meten en cualquier sitio a esconderse y sólo ves un par de ojillos traviesos mirándote. :D


Y sí, definitivamente Sam parece el hermano gemelo (y macho) de mi Esmeraldita. :-)

2 comentarios:

  1. Qué bonita historia y que afortunados habéis sidoa l encontrar a Hobbes :)

    Y Sra. Marta la del blog, lo de no encontrar a su gata negra cuando está echada en una manta negra, lo dice por experiencia, verdad? Jajajajajajajajajajjjajajajajja

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  2. Jajaja, ¡qué mala! Tengo que poner la anécdota en el blog. :D A ver si consigo un día de estos hacer la foto "adecuada" para ilustrar la situación, jajaja.

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