sábado, 27 de julio de 2013

Otitis

Cuando acogimos a Suki, hace ya unos cuantos meses, no nos dimos cuenta de que tenía las orejitas plagadas de ácaros. Pobrecita, la llevamos a un veterinario en Vila-Real y, sabiendo que era recogida de la calle, ni se lo miró, y nosotros no notamos nada porque la peque no se rascaba. Sólo nos enteramos cuando la llevamos a nuestro veterinario de siempre en La Vall de Uxó (Albeytar Servicios Veterinarios, os los recomiendo mucho), que la miraron por si acaso y, efectivamente, la enana tenía compañía indeseable.

A Suki la pusimos a tratamiento y cuando la dimos en adopción ya tenía las orejitas prácticamente limpias. No nos dio por revisar a nuestros otros gatos hasta que, en abril o mayo, Yin empezó a rascarse como un poseso, con mucha frecuencia y energía. El pobre daba una penita... Así que de cabeza al veterinario que tenemos ahora en Barcelona, y una otitis como un campano, e infestadito de ácaros.

Nos dieron antibiótico para la otitis y pipeta Stronghold para los ácaros. La pipeta la hemos repetido tres meses consecutivos en los tres gatos, y aquí ya no se rasca nadie (al menos, no más de lo habitual). :-)

Fuimos un poco despistados con el antibiótico, porque resulta que se nos acabó justo un viernes y el sábado era fiesta, así que Yin estuvo sin antibiótico dos días enteros. En vez de comprarlo el lunes, decidimos esperar a la cita que teníamos el martes y preguntar si había algún problema por la interrupción. Suponíamos que sí, y no andábamos desencaminados. Tuvimos que empezar el tratamiento de nuevo con un antibiótico diferente, ya que las bacterias se hacen resistentes a un antibiótico cuando este no se administra adecuadamente. Vaya fallo. Pero bueno, el segundo tratamiento lo seguimos hasta el final y ahora Yin está como unas castañuelas.

Justo antes de dar a Neus en adopción, y para asegurarnos de que la dábamos sana, la llevamos a revisar, no fuera a tener otitis como Yin. Pues oye, bingo. Otitis para la nena también. A ella le pusimos el antibiótico Conofite, y mano de santo. En una semana y media ya no había rastro de otitis, así que pudo irse a su nueva casita sin llevar compañía no deseada.

Blanca, en cambio, se libró de la otitis, cosa que me sorprendió muchísimo, porque no se despega de Yin. El veterinario la examinó y nos dijo que estaba limpita. A Yang no la llevamos a revisar, porque en esa época andaba muy a la suya y no se mezclaba con la chusma. :D No notamos que se rascase ni que hiciese nada raro, así que nos ahorramos la visita. En el siguiente post os contaré por qué esto nos supuso un alivio inmenso.

Os dejo aquí una foto que me encanta. Falta Yang en ella, lástima. :-) 

Para serviros: Blanca, Yin y Neus.


viernes, 26 de julio de 2013

¡Actualización! (Que ya era hora) ¡Neus adoptada!

¡Hace mucho que no os cuento cosas de mis gatitos! Perdonad, es que hemos andado liados con cosas de mudanzas. :-)

La primera noticia: ¡Neus ha encontrado hogar!



Sí, sí, nos parecía imposible, porque no se llevaba bien con gatos ni perros, era traviesa a rabiar y cuando llegó aquí tenía un mal carácter que era para verlo. Sin embargo, tuvo una gran suerte porque una familia encantadora se interesó por ella y el día 31 de mayo se incorporó al núcleo familiar con todos los honores: ya le habían comprado su comida, sus chuches favoritas, le había preparado su arenero y le tenían reservados un montón de mimitos. Se adaptó muy bien a su nuevo hogar (no hay más gatos), y un par de días después ya era la reina de la casa.

La echo de menos, era una preciosidad y la que más caso nos hacía. Divertida como la que más, no soportaba alejarse de nosotros y nos seguía hasta la ducha incluso (se quedaba fuera esperando). Su nueva familia me cuenta que lo sigue haciendo, y que juega con la sábana cuando hacen las camas, se mete bajo el mantel de plástico de la mesa del comedor, adora jugar con el plumero y les ha robado el mejor sillón para ver la tele. ¡Esa es mi Neus! :D

Yang se ha quedado muy tranquila sin Neus rondándola. Ahora lo normal es encontrárnosla así por casa:



Cosa que antes era impensable, porque en cualquier momento aparecía Neus y le daba para el pelo. Aunque sí que sucedió un fenómeno interesante cuando nos cambiamos de piso. Se llevaban fatal, pero al mudarnos todos a una nueva casa, dejaron de prestarse tanta atención para investigar más el nuevo ambiente. Por primera vez, empezaron a convivir y a llevarse medianamente bien. Neus seguía siendo la fierecilla dominante de siempre, y Yang la susceptible asocial que no quería saber nada de ella, pero la situación se hizo mucho más llevadera. Había leído acerca de este fenómeno de la mudanza antes de que sucediera, y tenía la esperanza de que funcionase. Y puedo corroborar que, en efecto, lo hizo. No faltaban las pequeñas trifulcas, pero ya no llegaban a mayores.

Y entonces Neus encontró casita en la que ser feliz. Y los que quedaron también son ahora muy felices. Están en paz. :-) Y si no, mirad:





De momento no tenemos nuevos acogidos, porque me gusta que mis peques disfruten de esta paz, que un nuevo acogido perturbaría, y también porque el piso al que nos hemos mudado en Barcelona es más pequeño que el que teníamos antes. Pero obviamente, si aparece algún animalito en apuros, pues nuestros enanos tendrán que adaptarse, y nosotros también.

¡Os seguiré contando!

¡Un abrazo!