domingo, 24 de noviembre de 2013

¡Nos presentan a Dobby, otro precioso felino negro!

Jeffrey nos quiere presentar a Dobby, su bellezón negro. Esto nos cuenta:

Dobby tiene un año y medio. Fue rescatado de la calle junto a una panadería. Por ello, este loco cuando escucha una bolsa corre inmediatamente a la cocina creyendo que es pan. Es un gato muy cariñoso, tranquilo, una gran compañía. Los veterinarios dicen que tuvo un ancestro que era Angora, por eso el pelaje tan esponjoso. 
Cuando era más pequeño, solía correr a recoger y traer de vuelta una lagartija de peluche que era su juguete preferido. En la actualidad, comparte la mayor parte del tiempo con su hermana adoptiva Tana, una gatica también rescatada de la calle.
El dato curioso de Dobby es que mi madre no lo puede ver, dice que es el hijo del demonio, a lo que siempre respondemos que cuando llegue el día del juicio final, Dobby intercederá por nosotros y dirá que unos mortales le cuidaron y fueron buenos :D.


Y por supuesto, unas fotitos de este bellezón. La verdad es que tiene un pelaje increíble, es guapísimo, y su hermanita no se queda atrás. Me encanta cuando los gatos tienen más compañía felina, en general son mucho más felices. :-) ¡Gracias por tener a Dobby y por quererlo, y a su hermanita también!








miércoles, 6 de noviembre de 2013

Nueva acogida: Kali, mi negrita francesa

Esta es nuestra nueva invitada:


Tiene unos cinco meses y es francesa. Resulta que, por motivos de trabajo, he tenido que venir a Francia durante unos meses. Ya estaba echando de menos a mis gatitos cuando, en el correo electrónico del trabajo, una de mis nuevas compañeras dijo haberse encontrado una gatita para la que estaba buscando casa. Me dio la impresión de que ese día ya se había ofrecido alguien a acogerla o adoptarla, así que no contesté. Pero dos semanas después, una compañera que conocía de mis andanzas con gatos me dijo que la chica seguía buscando casa para la gatita, que le urgía quitársela de encima. Por lo visto, no quería ni quedársela ni encariñarse con ella, así que me decidí a acogerla.

El problema de acoger a un gato en Francia es el idioma, claro: a ver cómo hablo con el veterinario. Para hacerle las pruebas (es negativa) he tenido que pedirle a la chica que me conocía que viniese conmigo, pero no me gusta depender de alguien para hacer algo tan básico como llevar al gato al veterinario. Por eso le busco acogida o adopción en España, pero de momento no ha habido suerte.

Kali (llamada así en honor a Calimero, al que estoy animando en 3D) es un amor de gatita, muy ronroneadora y tremendamente divertida. Ya conoce perfectamente la hora a la que suena el despertador, y cuando falta un minuto se adelanta y empieza a jugar con mis pies bajo la manta, pues sabe que en breve empezarán a moverse. Me lame la cara y me muerde el pelo cada vez que puede. Maúlla bajito y agudo, muy femenina. Me espera a la puerta cuando llego del trabajo y cuando como intenta robarme mi comida, pero a la bandida no le gustan las latas de Gourmet ni las de Cosma. Me ha hecho tirar tres o cuatro hasta que he decidido no ponerle más. Le encanta jugar con el plumero y la caña de pescar, y de vez en cuando se pone a correr de lado por toda la habitación como una loca. Me muero de risa con ella. También le gusta echarse dentro del lavabo, en el baño, incluso aunque esté húmedo. Luego se queda toda mojada, pero eso no parece importarle.

He comentado con algunas personas lo de ser casa de acogida, pues a menudo me preguntan si me la voy a quedar. Cuando les respondo que no, me preguntan invariablemente: "¿Y no te encariñas con ella?". "Sí", respondo, "claro, pero cuando se vaya, lloraré un poco y ya está". Y es que no pasa nada por llorar un poco. Lo importante es que ahora ella necesita acogida y adopción, y yo estoy aquí. Menuda ayuda sería si me centrara en lo que yo voy a llorar y no en lo que ella necesita. La tristeza que se siente cuando se van a su nuevo hogar es parte del juego, y la asumo como tal, es parte de la emoción de vivir. Además, luego, cuando recibimos noticias de lo bien que están y fotos actuales, compensa con creces la pena de verlos partir.

Aquí os dejo alguna foto más de esta preciosidad:







martes, 5 de noviembre de 2013

Zazafrán, gatita negra preciosa de Ecuador

Nos escribe Glenda, desde Ecuador, para contarnos de su preciosa gata negra. Da gusto que incluso estando tan lejos podamos compartir nuestro amor y admiración por estos hermosos animales. ¡Gracias, Glenda!

Gracias al Doodle de hoy 31 de octubre llegué a una página llamada Ponungatonegroentuvida. Y que bonita página, los felicito :) Qué chevere que otras personas les guste tener en su vida a un especial gatito negro.
En este caso les comparto mi historia con Zazáfran. No "azafrán", el condimento, sino el monstruo :P jajajajaja
Zazafrán es hija de una gatita mía. Pero me cambié de ciudad (de Machala a Guayaquil, todo esto en Ecuador) y me traje de compañera a ese pequeño monstruo. 
Me encanta ver sus ocurrencias, cómo asoma su cabeza detrás de las paredes tratando de asustarme, o cómo, mientras cocino, corre a tocarme los pies y luego huye. Admito que me tiene aterrorizada con sus juegos. Más aun viviendo en una casa un poquitín antigua. Pero todas esas maldades las compensa con lo cariñosa que es.
No puede irse a dormir sino es en mi cama, y amanecer con ella es tenerla colgada del brazo con su cara de gato aplastada contra mi hombro izquierdo (siempre duerme del mismo lado). Claro que también despierto como quien soñó con Freddy Kruger, porque creo que la aplasto al dormir. 
Otra de sus manías es que, al llegar a casa alguien regular (mi persona, mi novio o mi hermano), al cargarla para saludarla te busca la boca con su hocico en un vaivén que parece te diera besos. Lo sé, es una loca. Pero pasar junto a ella vale la pena y todos queremos muchísimo a esa pequeña alma negra :)
Un saludo desde Ecuador.

Cómo no, aquí dejo las fotos de la pequeña Zazafrán. ¡Qué gracioso el nombre! La última foto es muy divertida. :D Y ella es guapísima. ^^