martes, 6 de agosto de 2013

¡Anastasia y Mishel, mamá e hija negritas y preciosísimas!

Nos escribe Angy para contarnos de su pequeña familia de gatitas negras. Son preciosas, Angy, y sí, sí que me imagino la felicidad que te dan. Los que tenemos gatos, y sobre todo los que tenemos varios gatos y se llevan bien entre ellos, sabemos que son la alegría de la casa. :-) ¡Felicidades!


Hola, mi nombre es Angy, y en febrero de este año (2013) recogí de la calle a una gata negra con su hijita. 

Desde hacia un tiempo llevaba cada día comida a unos gatitos que viven cerca de mi casa. Una noche, cuando fui a llevarles comida, vi que una de las gatas negras estaba más gordita de lo normal, y sospeché que estaba embarazada.Entonces, contacté con una protectora de mi ciudad para poder ayudarla, y junto con una vecina decidimos ayudarla. Mi plan era cogerla para que tuviera el parto en mi casa y quedarme con ella y alguna cría, y las otras ponerlas en adopción, pero siempre que intentábamos cogerla no se dejaba. 
Un día ya no apareció para comer y sospechamos que ya había parido. Entonces nos pusimos en marcha para encontrar a las crías, y un día las encontramos. Resultó que estaban en la casita de un perro en el patio de una casa y el dueño de la casa desconocía dicha información. Ese día, la madre gata se dio cuenta que habíamos visto su escondite y no se dejó coger. Decidimos volver a la mañana siguiente, ya que habíamos encontrado a las crías. A primera hora de la mañana logramos coger a la madre, y cuando fuimos a por las crías solo había una y no estaba en la casita del perro. Estaba tirada por la montaña, y no encontramos la otra cría (porque solo eran dos). A mi y a mi vecina nos dio mala espina que no estuviera la otra cría, y todo apuntaba a los dueños de casa (que odiaban a los gatos) ya que cuando rescatamos a la cría que quedaba y a la madre, no nos permitieron seguir buscando y de hecho se ponían nerviosos a la hora de hablar del tema, pero me siento contenta de poder haber llegado a tiempo para rescatar a la pequeña y a su madre. No os imagináis la felicidad que trajeron a mi casa y a mi familia.

La madre se llama Anastasia y tiene un año y medio; la pequeña se llama Mishel y tiene 5 meses. 


Aquí os dejo las fotos de estas preciosidades:


Mishel, la hijita:


Mishel con un mes:


La madre con la pequeña, semanas después de llegar a casa:


Anastasia, la mamá: