martes, 24 de noviembre de 2015

Pensando en positivo

Pues va nuestro Currusquín y nos sale positivo a leucemia. Un mazazo bueno, pero lo hemos tomado con filosofía y con un poco de terror, porque habíamos dejado que hubiera cierto contacto con los nuestros:



Peleas no ha habido, porque el peque está muy decaído y no tiene ganas de nada, y mucho menos de pelearse con nuestros gatos. Como mucho, les ha soltado algún mini bufido en respuesta a alguno de Yang o Blanca. El mayor riesgo de contagio viene a través de luchas y de sexo, así que por ese lado nos hemos librado. Quedan los comederos, bebederos y areneros, que sí, los han compartido ocasionalmente durante unos pocos días. Muy asustada, fui a mi veterinario habitual a preguntar si en la vacuna trivalente que les ponemos a los míos se incluía la leucemia, y me contestaron, para mi felicidad, que les ponen la TETRAvalente, que incluye la leucemia. Aunque no es 100% efectiva, para estos contactos ocasionales espero que haya servido. En todo caso, dentro de unos meses les haremos pruebas a los míos para comprobar que todo está bien.

Ahora, por supuesto, somos mucho más estrictos con el aislamiento. Al principio, le venía bien al peque algo de movimiento alrededor, porque estaba muy desvalido y tristón. Ahora ya está más despierto, empieza ya a conocer muy bien su habitación y ya no se pasa el día con cara de sueño. Algo es algo.

Le hemos empezado a dar Interferón, que es un tipo de quimioterapia que interfiere en la replicación del ARN del virus para impedir que se propague. En realidad es un tipo de proteína que en un individuo sano generaría su propio sistema inmune ante un patógeno. En principio, esto debería hacer que el peque tuviese más posibilidades de sobrellevar (que no curar, ya que es incurable) la enfermedad con buena salud. Vamos a hacer lo que podamos para que el tiempo que le quede, sean meses o años, sea lo más feliz posible.

Entretanto, seguimos con Buprex, probiótico, Omeprazol y Metacam. A ver si vuelve a mover sus patitas pronto. Esta noche ya nos ha dado una alegría yendo al arenero a hacer sus caquitas él solo. A vaciar la vejiga sigo teniendo que ayudarle yo, que ya me he hecho una experta.

5 comentarios:

  1. Creo que faltaría añadir que, aunque el diagnóstico nos va a hacer más cautos con respecto a su interacción con el resto de nuestros gatos, va a seguir teniendo mucho contacto con ellos, siempre supervisado para evitar comportamientos de riesgo.

    ResponderEliminar
  2. Si están vacunados los sanos el riesgo se minimiza, yo tuve una gata que cogí mayor con leucemia y convivió sin problemas con los dos míos sanos y con la de mi madre, ahora eso sí, era una gata enferma con muchos problemas derivados precisamente de la leucemia, pero chica por ella lo que hiciese falta, con tal de que tuviese la mayor calidad de vida posible.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, la vacuna tranquiliza bastante. Tengo entendido también que un gato adulto bien cuidado resiste bien el virus y puede incluso inmunizarse contra él, esté o no vacunado. Cuento con ambas cosas para esperar que los míos no se hayan contagiado. Y para el peque, por supuesto, mientras esté nosotros intentaremos que sea lo más feliz que se pueda.

      En principio nos dicen que la enfermedad aún no está activa, que es asintomático. Sin embargo, sé que la leucemia puede causar parálisis, y tengo dudas al respecto. Ya os iré contando.

      Eliminar
  3. Bueno, este Currusquín trae un poquito de todo. Con respecto a la leucemia, tranquilidad. Contagiarse es mucho más difícil de lo que se puede pensar. Y por lo demás, ¡ánimo y a seguir mejorando!

    Ronroneos a todos estos gatos negros (y a Blanca, of course)

    ResponderEliminar
  4. Igual es interesante comentar que están haciendo todos vida conjunta desde hace un tiempo (compartiendo todo lo compartible) y los análisis de nuestros otros gatos siguen perfectos :)

    Al pequeño le seguimos tratando con Interferón (que creía que era antirretroviral y resulta que es un inmunomodulador).

    ResponderEliminar