Tras traer a Yin a casa, y antes de que viniera Yang, los callejeritos ya hicieron su aparición en mi vida. La primera fue una gatita blanca y negra, adulta pero de tamaño pequeño, muy bonita. Por ser la primera en aparecer, la identificamos como Alfa, aunque le ha quedado Alfie. Le empecé a poner comidita todas las noches, y no faltaba nunca a la cita. Incluso me llegaba a esperar pegadita a la puerta del portal, con su carita tan dulce intentando escudriñar a través del cristal a ver si aparecía su ansiada comidita.
Alfie venía siempre acompañada de un gato macho, también blanco y negro. Podrían ser hermanos por lo mucho que se parecen, aunque Alfie está mucho más limpia que él. El gato tiene la naricita negra, lo cual nos inspiró el nombre de Botón. De Alfie no tengo fotos aún, pero de Botón sí. Este es:
Alfie y Botón, y sobre todo la comida, no tardaron en atraer a otras tres gatas. La primera es Pumuky, un bellezón de pelo largo que todavía no me explico cómo ha ido a parar a la calle. ¿La habrán abandonado? ¿Habrá nacido en la calle, a pesar de que es la única de pelo largo que hay por las inmediaciones? De tan guapa que es, la difundimos por internet y le han salido acogida y adoptante, pero está asilvestrada y aún no hemos conseguido cogerla. Lo seguiremos intentando. Esta es Pumuky:
Otra de las gatas es completamente negra, muy asustadiza. Y la tercera, algo más confiada pero sin dejarse tocar, la llamamos Tiburón porque es toda negra veteada en grises y con la barbilla y los bigotitos blancos, preciosa.
A la negrita la bautizamos cuando nos trajo a sus cuatro cachorritos. La llamamos Mami. Los cachorritos son preciosos, ahora ya rondan los cinco meses. Uno blanco y negro, otro negrito como la madre, otra tricolor y una carey, llamados Frodo, Bob Ford, Jessie y María respectivamente. Lamentablemente, María murió no hace mucho atropellada por un coche. Probablemente dormía debajo, el coche abandonó su aparcamiento y... :-( Jessie también desapareció hace mucho tiempo también, supongo que en similares circunstancias. Ambas eran guapísimas y nos dio mucha pena su pérdida. Por suerte, Frodo y Bob nos visitan con frecuencia.
Aquí tengo algunas fotitos del grupo.
En esta se puede ver a Jessie, Bob y Frodo comiendo, y Botón a la derecha, de espaldas:
En estas, vemos que Mami nos mira (en la primera), y el pequeño Bob la mira a su vez, a su lado. En la segunda ya comen los dos. María, la carey, está a la izquierda, sentadita. Pumuky, en el centro, inconfundible con su pelaje largo, y a su derecha, Frodito. En primer término está Botón, que está bebiendo y no se le ve la carita.
Jessie y Frodo. Qué lástima la desaparición de Jessie. :-(
De pronto, un día pasó una gata naranja, muy delgadita y con las tetitas colgando. No tardó en descubrir todo el percal. Un día oí unos maullidos de cachorrito y me asomé a la ventana a ver qué pasaba. Un minigatito naranjito estaba recibiendo una paliza por parte de Tiburón, la gata de los bigotes blancos. Le pedí a Emilio (a gritos, cof cof) que bajara corriendo a separarlos mientras yo vigilaba desde arriba. Creí que la gata iba a matar al chiquitín, que estaba solito. Emilio llegó, y Tiburón dejó al pequeño, que también se escondió. Por fortuna para ellos, todos estos gatos son silvestres y no dejan que nadie les toque. Ya estaba pensando yo si llevarme al peque en caso de que no apareciera su madre, cuando llegó la gata naranja que habíamos visto días atrás y el gatito dejó de maullar y se arrimó a ella, feliz. Así que nos había traído a su cachorrito. Otro más que alimentar, pobrecitos. Del susto que me llevé con el altercado, se le quedó el nombre de Susto, y a la mami la llamamos Marisol.
Como estos eran nuevos, un día les seguimos para ver de dónde salían y, para nuestra sorpresa, descubrimos que tenia otro cachorrito más en su refugio. Así que le llamamos Sorpresa. Los dos cachorritos, Susto y Sorpresa, son más jóvenes que los de Mami y son preciosísimos. Pensar que los tuve en una jaula trampa y no me los llevé para difundirlos... :-( Estos son:
Y estos son todos... de momento. Los cachorritos ya van creciendo, pero no pierdo la esperanza de poder ir cogiéndolos de uno en uno e ir sacándolos de la calle. Lástima no tener más dinero para esterilizarlos a todos y poder parar el crecimiento de la colonia. Ahora llega el invierno y van a pasar mucho frío, pobrecitos.
Al menos, mientras yo esté por aquí, comida no les faltará.
Alfie venía siempre acompañada de un gato macho, también blanco y negro. Podrían ser hermanos por lo mucho que se parecen, aunque Alfie está mucho más limpia que él. El gato tiene la naricita negra, lo cual nos inspiró el nombre de Botón. De Alfie no tengo fotos aún, pero de Botón sí. Este es:
Alfie y Botón, y sobre todo la comida, no tardaron en atraer a otras tres gatas. La primera es Pumuky, un bellezón de pelo largo que todavía no me explico cómo ha ido a parar a la calle. ¿La habrán abandonado? ¿Habrá nacido en la calle, a pesar de que es la única de pelo largo que hay por las inmediaciones? De tan guapa que es, la difundimos por internet y le han salido acogida y adoptante, pero está asilvestrada y aún no hemos conseguido cogerla. Lo seguiremos intentando. Esta es Pumuky:
Otra de las gatas es completamente negra, muy asustadiza. Y la tercera, algo más confiada pero sin dejarse tocar, la llamamos Tiburón porque es toda negra veteada en grises y con la barbilla y los bigotitos blancos, preciosa.
A la negrita la bautizamos cuando nos trajo a sus cuatro cachorritos. La llamamos Mami. Los cachorritos son preciosos, ahora ya rondan los cinco meses. Uno blanco y negro, otro negrito como la madre, otra tricolor y una carey, llamados Frodo, Bob Ford, Jessie y María respectivamente. Lamentablemente, María murió no hace mucho atropellada por un coche. Probablemente dormía debajo, el coche abandonó su aparcamiento y... :-( Jessie también desapareció hace mucho tiempo también, supongo que en similares circunstancias. Ambas eran guapísimas y nos dio mucha pena su pérdida. Por suerte, Frodo y Bob nos visitan con frecuencia.
Aquí tengo algunas fotitos del grupo.
En esta se puede ver a Jessie, Bob y Frodo comiendo, y Botón a la derecha, de espaldas:
En estas, vemos que Mami nos mira (en la primera), y el pequeño Bob la mira a su vez, a su lado. En la segunda ya comen los dos. María, la carey, está a la izquierda, sentadita. Pumuky, en el centro, inconfundible con su pelaje largo, y a su derecha, Frodito. En primer término está Botón, que está bebiendo y no se le ve la carita.
Jessie y Frodo. Qué lástima la desaparición de Jessie. :-(
De pronto, un día pasó una gata naranja, muy delgadita y con las tetitas colgando. No tardó en descubrir todo el percal. Un día oí unos maullidos de cachorrito y me asomé a la ventana a ver qué pasaba. Un minigatito naranjito estaba recibiendo una paliza por parte de Tiburón, la gata de los bigotes blancos. Le pedí a Emilio (a gritos, cof cof) que bajara corriendo a separarlos mientras yo vigilaba desde arriba. Creí que la gata iba a matar al chiquitín, que estaba solito. Emilio llegó, y Tiburón dejó al pequeño, que también se escondió. Por fortuna para ellos, todos estos gatos son silvestres y no dejan que nadie les toque. Ya estaba pensando yo si llevarme al peque en caso de que no apareciera su madre, cuando llegó la gata naranja que habíamos visto días atrás y el gatito dejó de maullar y se arrimó a ella, feliz. Así que nos había traído a su cachorrito. Otro más que alimentar, pobrecitos. Del susto que me llevé con el altercado, se le quedó el nombre de Susto, y a la mami la llamamos Marisol.
Como estos eran nuevos, un día les seguimos para ver de dónde salían y, para nuestra sorpresa, descubrimos que tenia otro cachorrito más en su refugio. Así que le llamamos Sorpresa. Los dos cachorritos, Susto y Sorpresa, son más jóvenes que los de Mami y son preciosísimos. Pensar que los tuve en una jaula trampa y no me los llevé para difundirlos... :-( Estos son:
Y estos son todos... de momento. Los cachorritos ya van creciendo, pero no pierdo la esperanza de poder ir cogiéndolos de uno en uno e ir sacándolos de la calle. Lástima no tener más dinero para esterilizarlos a todos y poder parar el crecimiento de la colonia. Ahora llega el invierno y van a pasar mucho frío, pobrecitos.
Al menos, mientras yo esté por aquí, comida no les faltará.
Ayyyy Marta!!!! Qué preciosidades!!!! Yo también estoy pendiente de "mis" callejeritos de la colonia. A ver si este invierno podemos esterilizar a alguna. Si necesitas ideas de casitas, o comederos, bebederos (artesanos con material de desecho) me dices... Por lo menos te tienen a ti... Verás como los peques que te conocen desde que nacieron son mucho más cariñosos contigo. Suerte con ellos!!!
ResponderEliminarPues es posible que te pregunte alguna cosilla próximamente, para protegerles del frío. Lo peor es que están en un solar privado, y meterles ahí cajas o mantitas... no sé yo. :-(
ResponderEliminary no hay matorrales o algún sitio donde esconderlos?
ResponderEliminarHaberlos háylos, pero creo que meter algo ahí en plan caja forrada de plástico y tal sería muy evidente. Quizá lo haga de todos modos, a riesgo de ganarme una bronca, no sé. Veré qué sitios buscan los gatos para abrigarse, y si los veo desprotegidos, algo haré.
ResponderEliminarPues si necesitas mi ayuda o consejillos no te cortes!!!! Por aqui o por el foro de Esperanza Felina...
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