jueves, 30 de septiembre de 2010

Y ahora... ¿dónde me pongo yo?

Ayer me fui a acostar y me encontré con esta estampa:

Normalmente, no les dejamos dormir con nosotros, pero no tuve corazón para echarles viéndoles tan a gustito. Además, los muy bandidos, que saben que si se mueven o abren los ojos me da menos pena sacarles de la habitación, casi ni parpadearon y se estuvieron muuy quietecitos, con apenas una breve mirada para ver qué hacía yo. O sea, hacerles fotos. :-D

Al final acabamos así:


Menos mal que al cabo de un rato se fueron motu proprio y pude dormir un poco más cómoda, que si no... :D

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