sábado, 27 de noviembre de 2010

Es posible

Hoy Esmeralda se ha reunido con su nueva mamá, que la va a querer mucho. Ya ha conocido a sus cuatro hermanitos y está inspeccionando su nueva casa. Le dedicaré un post más amplio, pero no será este porque voy un poquito mal de tiempo ahora.

Sólo quiero decir que es posible ayudar a un gatito, incluso teniendo pocos recursos. La nueva mamá de Esmeralda estuvo pendiente desde el primer día, me ayudó con los gastos de la esterilización y ella misma correrá con los gastos de las vacunas y del chip. Pero excluyendo esto, sólo hace falta un poquito de voluntad, un poquito de calor y un cuenco con comida y agua, para conseguir esto:


Y vale la pena. De veras. Vale la pena.

5 comentarios:

  1. Oh!!!! ¡qué bien! es una gatita tan buena y dócil, espero sea tan querida y cuidada como contigo. No hay más que ver las fotos del antes y el después para quedarse pasmada :-o, ¡si ni siquiera parece la misma gata!
    Bue... espero que no te haya costado mucho la despedida :-(, si al menos puedes saber de ella por internet, será una tranquilidad. Deseo que sea muy feliz la peque en su nuevo hogar...!
    ¿y ahora qué? ¿a por otro? jejeje!
    Mis saludos a las panteritas. Y un saludo de Zapas para ti, son la 1:30 AM y está aqui haciendo yoga encima de la cama...(es de lo que no hay).

    ResponderEliminar
  2. Vale la pena, claro que lo vale. Que mona gatita.

    ResponderEliminar
  3. 2 meses = 1 milagro

    Gracias por vuetsra generosidad

    ResponderEliminar
  4. ¡Gracias, Rita! Ay, Zapas, tan divertida como siempre. Es adorable. :D

    Ha sido duro dejar ir a Esmeralda, y es duro ver a Yin maullar de aburrimiento por casa, buscándola para jugar. Pero Esmeralda estará estupendamente en su nuevo hogar y sí, nosotros necesitamos el hueco para seguir ayudando a otros. :-) Por suerte, sí que sabemos de ella por internet, aunque si por mí fuera le pondría una cámara tipo Gran Hermano para ver su dulce carita a todas horas. ^^

    Da mucha pena, pero vale la pena. Pensar que hace tres meses estaba en los huesos, en la calle, y ahora está en una pedazo de casa impresionante, mimada como una reina y con cuatro gatos más a los que incordiar... Quién se lo iba a decir a ella cuando rebuscaba en aquel contenedor. Sin duda ha sido un milagro, Michis, y nos alegramos de haber tomado parte en él. Los agradecidos somos nosotros.

    ResponderEliminar
  5. Vaya si ha sido un milagro... la gente debería experimentar al menos una vez en su vida la satisfacción de hacer una acogida. Ver llegar a un animalito deshauciado... y ver partir entre risas y lágrimas a una bella esperanza de vida y felicidad.

    ¡¡Felicidades a Esmeralda!!

    ResponderEliminar