Llevo metida en esto de ser casa de acogida unos cuantos meses y hasta ahora sólo he tenido dos acogidas, la segunda de las cuales está a punto de llegar a su fin, seguramente para dar paso a una tercera. Aun siendo poco tiempo, ya he entrevisto la gran cantidad de problemas con los que se encuentran las protectoras o las casas de acogida para dar a sus gatitos en adopción. Y es que las protectoras se quejan de que nadie adopta, y la gente a su vez se queja de que las protectoras ponen muchas trabas a la hora de adoptar. Iré tratando el problema en sucesivos posts, y empezaré hablando del primer paso: el cuestionario de preadopción.
Supongamos una persona cualquiera, que ha visto gatos en la calle a patadas, algunos de los cuales se dejaban coger; a quien algunos amigos han ofrecido algún cachorrito en plan "¿Quieres un gato? Toma.", y lo ha rechazado porque en aquel momento no le convenía o no le apetecía; alguien que conoce la problemática que supone el masivo abandono de animales en este país. Y de pronto piensa: "voy a echar un cable a la sociedad adoptando un gatito", y contacta con una protectora o con una casa de acogida para adoptar un gato que ha visto en una web y que la ha enamorado.
En el peor de los casos, contactará por email y recibirá un impersonal email de respuesta en el que lo único que pone es: "Si está interesado en el gato, rellene el cuestionario adjunto". Y uno piensa: "pues vaya, menudo interés en dar el gato", y se te pasan las ganas de ayudar porque no notas que nadie quiera ser ayudado, y esa es una sensación que se agradece percibir, por más altruista que uno sea y por más que uno quiera al gato.
En el mejor de los casos, contactará por teléfono y la otra persona le contará cositas del gatito, le hablará de su comportamiento, le hará alguna pregunta, y la persona contestará mostrando interés y preocupación por su futuro gato y tratando de causar una buena impresión, casi sintiéndose analizada. Pensará que ese es el mayor escollo que ha de superar, tal vez. Hasta que pregunta: "¿cuál es el siguiente paso?", y la casa de acogida o la protectora le dicen: "Pues verás, te enviaré un cuestionario...".
Y entonces te llega ese interminable cuestionario en el que sólo falta que te pidan que te desnudes y saques fotos de tu cuerpo a ver si tienes tatuajes multicolores que puedan provocarle epilepsia al gato. Dependiendo del cuestionario, te preguntan no sólo cómo cuidarás al gato, sino dónde vives, qué tipo de casa tienes, en qué trabajas, qué horario tienes, tu estabilidad laboral... Que uno piensa que bueno, que qué le puede importar a un gato en qué trabajo yo si a él con comer y beber y tener su bandeja de arena... Y sobre todo se puede sentir como una gran invasión de la intimidad. Personas que podrían ser perfectos papis gatunos se echan atrás sólo por no tener que rellenar semejante testamento. Lo ven absurdo cuando piensan en la cantidad de gatos que han tenido delante de sus narices y que han podido coger sin tanta traba burocrática (y eso que sólo acaba de empezar la cosa).
Pongámonos del lado de la protectora o casa de acogida ahora. Yo soy una de ellas, y mi gatita Esmeralda, actual acogida, está a punto de irse con su nueva familia. La adoro, es una gatita tan buena, tan dulce, tan adorable, tan bonita, que sólo quiero que esté bien y sea feliz. No se la voy a dar al primero que pase, ¿tenéis idea de la cantidad de gente que maltrata a los gatos? Y no digamos el destino que les espera a algunos gatos negros en Halloween, por culpa de la estulticia de alguna gente que se cree que por matar a un gato va a estar más cerca del más allá. Los gatos pueden ser víctimas de la ignorancia, de la maldad humana, de la crueldad y de la irresponsabilidad, y a mí me toca hacer la criba. Entre todas las personas del mundo (en el que hay de todo), tengo que elegir UNA que yo sepa que va a cuidar y querer a mi gatita. ¿Tenéis idea de lo difícil que es esto? ¿Del miedo que da hacer una elección incorrecta? ¿De lo que se sufre cuando crees que has elegido mal, como nos sucedió una vez, y de que el que más sufre es el gato? Coger a UNA persona de entre una multitud de desconocidos y darle el visto bueno no es nada fácil. Nada, nada fácil.
El cuestionario es un primer intento de entrever qué tipo de persona quiere a tu gato. No es un examen para ver tus conocimientos gatunos. Una persona puede no tener mucha idea de gatos y puede ser una excelente adoptante si se le ve disposición, responsabilidad y amor por los felinos. La estabilidad laboral, por ejemplo, un tema que podría ser controvertido especialmente en estos tiempos, aparece en el cuestionario porque debido a la crisis el primer gasto que se elimina en algunos casos es el animal: se abandona. Triste, pero es así. Sin embargo, también entiendo que el cuestionario no ha de recoger CADA posibilidad de abandono, aunque los hay que lo intentan, preguntando por ejemplo si se tiene pareja estable. Y es que, por desgracia, muchas parejas abandonan a sus gatos cuando se separan o divorcian. Las protectoras intentan prevenir todo esto porque lo último que quieren es ver a su animalito de nuevo en la calle. Si Esmeralda se viera nuevamente en la calle, a mí me daría un síncope, pobrecita. Prefiero mil veces que me la devuelvan, aunque tenga que hacer tetris gatuno para meterlos en mi casa, antes que verla en la calle de nuevo. Lamentablemente, añadir cientos de preguntas al cuestionario no sólo no prevendrá nada (nadie reconocerá que abandonará al gato en caso de divorcio, admitámoslo) sino que espantará a más y más buenos adoptantes que lo encuentran una molestia innecesaria.
Lo que quiero dar a entender es que el cuestionario tiene su razón de ser, y detrás de cada pregunta, por entrometida que parezca, se esconde TERROR por parte de la protectora a equivocarse de persona. Y es que "la protectora" no suelen ser más que cinco o seis personas que aman a los gatos que tienen acogidos como si fueran suyos. Esto es lo que tiene que entender el futuro adoptante.
Lo que tiene que entender la protectora es que el tamaño del cuestionario y el número de preguntas no garantiza nada, y a cambio puedes perder una buena oportunidad para un gato. El problema del cuestionario es que mucha gente NO APTA sabe qué contestar para quedar bien y miente. Ciertamente, otros creen ser aptos, pero no lo son y necesitan que alguien se lo diga, como quien no tiene mucho amor por los gatos pero quiere regalarle uno a su hijo de cinco años porque puso morritos cuando lo vio en una tienda expuesto. Ese gato está condenado a ser abandonado, o regalado en el mejor de los casos. Igual que los cachorritos que son "tan monos" pero luego crecen y ya no son tan graciosos. El cuestionario puede servir para detectar a esta gente, pero creo que podría hacerse con menos preguntas más certeras.
Mi intención como casa de acogida es intentar "moderar" un poco el cuestionario y no ser tan invasiva con preguntas personales. A veces también se puede sustituir por una larga conversación en persona con el posible adoptante, o incluso por varias conversaciones telefónicas, aunque no siempre es posible. También es bueno saber si esa persona ya ha adoptado antes y otra protectora la ha dado por apta. Esa persona ya es oficialmente "de confianza" y el proceso será menos estricto, seguramente. Si vas a adoptar y ya has adoptado antes y hecho el cuestionario, no dudes en decírselo a la protectora o casa de acogida.
En definitiva, el cuestionario es una traba, sí, pero mientras no se encuentre otro modo de cribar a la gente, seguirá existiendo. Lástima que muchas personas se echen para atrás al ver tantas preguntas. Tal vez prefieran conseguir un gato por su cuenta y riesgo antes de rellenar el cuestionario, sin tener en cuenta que puede valer la pena cuando se trata de conseguir un gato sano, controlado por los veterinarios y con referencias de su comportamiento. El gato que consigan en la calle o que les dé un amigo podría estar sano, pero también podría no estarlo; podría ser cariñoso, pero también podría no serlo. Ese riesgo no lo corren cuando superan el escollo del cuestionario con éxito.
Si estás leyendo esto y se te ocurre algún modo de suavizar el proceso o el cuestionario para evitar espantar a posibles buenos adoptantes y aun así hacer una criba, no dejes de decírmelo. :-)
Supongamos una persona cualquiera, que ha visto gatos en la calle a patadas, algunos de los cuales se dejaban coger; a quien algunos amigos han ofrecido algún cachorrito en plan "¿Quieres un gato? Toma.", y lo ha rechazado porque en aquel momento no le convenía o no le apetecía; alguien que conoce la problemática que supone el masivo abandono de animales en este país. Y de pronto piensa: "voy a echar un cable a la sociedad adoptando un gatito", y contacta con una protectora o con una casa de acogida para adoptar un gato que ha visto en una web y que la ha enamorado.
En el peor de los casos, contactará por email y recibirá un impersonal email de respuesta en el que lo único que pone es: "Si está interesado en el gato, rellene el cuestionario adjunto". Y uno piensa: "pues vaya, menudo interés en dar el gato", y se te pasan las ganas de ayudar porque no notas que nadie quiera ser ayudado, y esa es una sensación que se agradece percibir, por más altruista que uno sea y por más que uno quiera al gato.
En el mejor de los casos, contactará por teléfono y la otra persona le contará cositas del gatito, le hablará de su comportamiento, le hará alguna pregunta, y la persona contestará mostrando interés y preocupación por su futuro gato y tratando de causar una buena impresión, casi sintiéndose analizada. Pensará que ese es el mayor escollo que ha de superar, tal vez. Hasta que pregunta: "¿cuál es el siguiente paso?", y la casa de acogida o la protectora le dicen: "Pues verás, te enviaré un cuestionario...".
Y entonces te llega ese interminable cuestionario en el que sólo falta que te pidan que te desnudes y saques fotos de tu cuerpo a ver si tienes tatuajes multicolores que puedan provocarle epilepsia al gato. Dependiendo del cuestionario, te preguntan no sólo cómo cuidarás al gato, sino dónde vives, qué tipo de casa tienes, en qué trabajas, qué horario tienes, tu estabilidad laboral... Que uno piensa que bueno, que qué le puede importar a un gato en qué trabajo yo si a él con comer y beber y tener su bandeja de arena... Y sobre todo se puede sentir como una gran invasión de la intimidad. Personas que podrían ser perfectos papis gatunos se echan atrás sólo por no tener que rellenar semejante testamento. Lo ven absurdo cuando piensan en la cantidad de gatos que han tenido delante de sus narices y que han podido coger sin tanta traba burocrática (y eso que sólo acaba de empezar la cosa).
Pongámonos del lado de la protectora o casa de acogida ahora. Yo soy una de ellas, y mi gatita Esmeralda, actual acogida, está a punto de irse con su nueva familia. La adoro, es una gatita tan buena, tan dulce, tan adorable, tan bonita, que sólo quiero que esté bien y sea feliz. No se la voy a dar al primero que pase, ¿tenéis idea de la cantidad de gente que maltrata a los gatos? Y no digamos el destino que les espera a algunos gatos negros en Halloween, por culpa de la estulticia de alguna gente que se cree que por matar a un gato va a estar más cerca del más allá. Los gatos pueden ser víctimas de la ignorancia, de la maldad humana, de la crueldad y de la irresponsabilidad, y a mí me toca hacer la criba. Entre todas las personas del mundo (en el que hay de todo), tengo que elegir UNA que yo sepa que va a cuidar y querer a mi gatita. ¿Tenéis idea de lo difícil que es esto? ¿Del miedo que da hacer una elección incorrecta? ¿De lo que se sufre cuando crees que has elegido mal, como nos sucedió una vez, y de que el que más sufre es el gato? Coger a UNA persona de entre una multitud de desconocidos y darle el visto bueno no es nada fácil. Nada, nada fácil.
El cuestionario es un primer intento de entrever qué tipo de persona quiere a tu gato. No es un examen para ver tus conocimientos gatunos. Una persona puede no tener mucha idea de gatos y puede ser una excelente adoptante si se le ve disposición, responsabilidad y amor por los felinos. La estabilidad laboral, por ejemplo, un tema que podría ser controvertido especialmente en estos tiempos, aparece en el cuestionario porque debido a la crisis el primer gasto que se elimina en algunos casos es el animal: se abandona. Triste, pero es así. Sin embargo, también entiendo que el cuestionario no ha de recoger CADA posibilidad de abandono, aunque los hay que lo intentan, preguntando por ejemplo si se tiene pareja estable. Y es que, por desgracia, muchas parejas abandonan a sus gatos cuando se separan o divorcian. Las protectoras intentan prevenir todo esto porque lo último que quieren es ver a su animalito de nuevo en la calle. Si Esmeralda se viera nuevamente en la calle, a mí me daría un síncope, pobrecita. Prefiero mil veces que me la devuelvan, aunque tenga que hacer tetris gatuno para meterlos en mi casa, antes que verla en la calle de nuevo. Lamentablemente, añadir cientos de preguntas al cuestionario no sólo no prevendrá nada (nadie reconocerá que abandonará al gato en caso de divorcio, admitámoslo) sino que espantará a más y más buenos adoptantes que lo encuentran una molestia innecesaria.
Lo que quiero dar a entender es que el cuestionario tiene su razón de ser, y detrás de cada pregunta, por entrometida que parezca, se esconde TERROR por parte de la protectora a equivocarse de persona. Y es que "la protectora" no suelen ser más que cinco o seis personas que aman a los gatos que tienen acogidos como si fueran suyos. Esto es lo que tiene que entender el futuro adoptante.
Lo que tiene que entender la protectora es que el tamaño del cuestionario y el número de preguntas no garantiza nada, y a cambio puedes perder una buena oportunidad para un gato. El problema del cuestionario es que mucha gente NO APTA sabe qué contestar para quedar bien y miente. Ciertamente, otros creen ser aptos, pero no lo son y necesitan que alguien se lo diga, como quien no tiene mucho amor por los gatos pero quiere regalarle uno a su hijo de cinco años porque puso morritos cuando lo vio en una tienda expuesto. Ese gato está condenado a ser abandonado, o regalado en el mejor de los casos. Igual que los cachorritos que son "tan monos" pero luego crecen y ya no son tan graciosos. El cuestionario puede servir para detectar a esta gente, pero creo que podría hacerse con menos preguntas más certeras.
Mi intención como casa de acogida es intentar "moderar" un poco el cuestionario y no ser tan invasiva con preguntas personales. A veces también se puede sustituir por una larga conversación en persona con el posible adoptante, o incluso por varias conversaciones telefónicas, aunque no siempre es posible. También es bueno saber si esa persona ya ha adoptado antes y otra protectora la ha dado por apta. Esa persona ya es oficialmente "de confianza" y el proceso será menos estricto, seguramente. Si vas a adoptar y ya has adoptado antes y hecho el cuestionario, no dudes en decírselo a la protectora o casa de acogida.
En definitiva, el cuestionario es una traba, sí, pero mientras no se encuentre otro modo de cribar a la gente, seguirá existiendo. Lástima que muchas personas se echen para atrás al ver tantas preguntas. Tal vez prefieran conseguir un gato por su cuenta y riesgo antes de rellenar el cuestionario, sin tener en cuenta que puede valer la pena cuando se trata de conseguir un gato sano, controlado por los veterinarios y con referencias de su comportamiento. El gato que consigan en la calle o que les dé un amigo podría estar sano, pero también podría no estarlo; podría ser cariñoso, pero también podría no serlo. Ese riesgo no lo corren cuando superan el escollo del cuestionario con éxito.
Si estás leyendo esto y se te ocurre algún modo de suavizar el proceso o el cuestionario para evitar espantar a posibles buenos adoptantes y aun así hacer una criba, no dejes de decírmelo. :-)
Muy bien explicado.
ResponderEliminarTambién yo creo que lo has explicado bien. No sé gran cosa de este mundo de las casas de acogida pero en un punto pienso diferente de ti: no creo que haya que suavizar el cuestionario. Si realmente quieres ayudar a un animal, y explicando el porqué de alguna pregunta, no te importará contestarlas. Una de las razones de porqué no soy casa de acogida es porque no me fiaría de nadie y me acabaría quedando con todos los gatos. Algo que yo haría es insistir, dando una tarjeta con mis datos, en que si alguna vez, por cualquier razón, ya no quiere al gato, que me llamase y yo me haría cargo. Por otra parte creo que es importante intentar encontrar un animal cuyo carácter se adecúe al adoptante. Y paro ya que me lío :)
ResponderEliminarGracias, María. :-)
ResponderEliminarAbisal, jaja, no temas liarte, realmente este tema debería tratarse en un debate con mucha gente y así se sacarían más cosas en claro. Esto que he escrito no es más que mi humilde opinión, y cualquier otra es más que bienvenida.
Lo de la tarjeta no es mala idea, seguramente lo haré. Gracias. :-)
En cuanto a no ser casa de acogida por no fiarte, pues lo puedes solucionar siendo casa de acogida por medio de una protectora, y no por tu cuenta. Por tu cuenta tienes que buscar tú adoptantes, pero si es por medio de una protectora, ellas difunden y deciden quién será el adoptante, así que tú sólo tienes que confiar en su buen criterio (que lo suelen tener). ¡Anímate, que hacen falta casas! Seguro que echar una manita te hacía sentir bien, aunque te pongas triste cuando se van. :-)
Por lo que respecta a suavizar el cuestionario, no me refiero a que prácticamente se regale el gato ni mucho menos. Pero sí creo que se deberían estudiar despacio las preguntas que habría que incluir. Y un psicólogo no vendría nada mal para la labor de rebajar cantidad y aumentar calidad, e interpretar el resultado...
¡Gracias por la visita! :-)
Cuando nos dispusimos a adoptar a Yang, lo que me preguntaba era qué demonios habrá que hacer para adoptar a un niño, si con un gato era tan difícil. Ganar Humor Amarillo, por lo menos.
ResponderEliminarLuego, cuando quienes teníamos que dar el gato en adopción éramos nosotros, lo que se echa de menos es no tener una cámara de Gran Hermano en la casa de los "pretendientes" y, como muy bien ha expuesto mi supergirl, entonces es cuando entiendes el cuestionario y hasta se te queda corto.
De todo lo explicado, yo pondría el énfasis en la explicación de por qué se pregunta cada pregunta, para que no dé la sensación de que son arbitrarias, buscando fomentar la empatía del receptor para que entienda lo difícil que es por parte de ese desconocido saber a priori si ese receptor es ideal para la pequeña joyita que esté buscando hogar.
Pero también hay otras preguntas que no considero que debieran ser tales. Por ejemplo: "¿Conoces las pautas de presentación entre gatos?". Le das el cuestionario a alguien y te responde "Sí". Ah. Y... esto... ¿os ha aclarado algo?
En estos casos, desde mi perspectiva sería mejor EXPLICAR que hay asuntos importantes en el cuidado de los gatos que deben tener muy en cuenta, como la presentación entre gatos (y entre gatos y perros, etc.), la esterilización y vacunaciones, el estar pendiente de cambios de ánimo o vómitos recurrentes, y por supuesto la abominación de la desungulación en gatos. Todo esto, explicado con detenimiento pero de forma amena (o nadie se lo leería tampoco).
Iba a decir que, a veces, basta con que digan "ya tengo otro gato" o "ya tengo gatos y perros y he pasado por eso", pero incluso así hemos tenido malas experiencias. Como dice Marta, nunca hay 100% de seguridad por mucho que blindes el cuestionario e incluso el pre y postseguimiento (que imagino que van para las próximas entradas ;)
Diciéndolo de forma fácil, todo el mundo mete la pata, y la puede meter tanto siendo Don Perfectos o Super Trastos. Es más, a veces incluso es mejor fiarse de alguien que ya ha metido la pata y conoce sus consecuencias, porque puedes asumir que la próxima vez tendrá mucho más cuidado en ese asunto que alguien a quien le ha ido todo siempre bien.
El cuestionario, entendiéndolo como un conjunto, debe poder identificar a un Don Perfecto, pero también instruir a Alguien Normal para que pueda sacar adelante sin problemas a un gato, amén de para que un Super Trasto sea consciente de que no está preparado para una responsabilidad así.
En definitiva, lo ideal sería que todos los que han tenido que pasar por el cuestionario comentaran sus impresiones sobre él, añadiendo cómo lo mejorarían para lograr todos estos objetivos. Porque, al final, quizá lo mejor es tirar el cuestionario a la basura y fiarse de la intuición (al menos, a nosotros nos habría funcionado en dos de dos).
Yo he modificado un poquito el cuestionario, lo podéis ver aquí:
ResponderEliminarhttp://cid-2ca50646acc4111d.office.live.com/self.aspx/P%C3%BAblico/cuestionario%20gatos.doc