Hay una nueva gatita negra en el mundo. No sé su nombre, tal vez ni siquiera lo tiene todavía. Aún es un bebé, rondará el mes. Es una gatita negra llena de vida, maulladora, inquieta, deseosa de descubrir el mundo, como bebé que es.
Pero esta gatita es especial. Nació con una malformación en las patas traseras que le impide moverlas. Ha nacido paralítica y parece ser que siempre lo será. Su dueña la llevó al veterinario para sacrificarla en medio de un mar de lágrimas, estaba realmente apenada. La gatita tenía los minutos contados, con tan solo un mes de vida y una salud perfecta, por lo demás.
Esta gatita, no obstante, nació con estrella, que se dice, porque mientras maullaba en la mesa del veterinario, esperando su muerte inminente, un ángel oyó su llanto y se acercó a verla. Ángeles, que así se llama, es la peluquera en esa clínica y está harta de ver sacrificios absurdos: gente que se cambia de piso y sacrifica a su perro porque en el nuevo no le dejan tenerlo, gente que se rompe una pierna y sacrifica a su perro porque no lo puede sacar a pasear... Y como está harta de ver animales morir sin sentido, y como hace poco perdió a su perrita y tenía un hueco que llenar en el hogar, decidió salvar la vida de esta gatita y quedársela. Así que la mandó de vuelta a su casa, con la mamá, hasta que se destete del todo, y luego le tocará cambio de casa.
Ángeles ha recibido todo tipo de avisos de que será difícil, de que sufrirá tanto ella como la gatita, de que cada día será terrible. El veterinario es el primer partidario de sacrificar a la gatita, y le ha dado a esta chica una charla, explicándole por qué es tan mala su decisión. Pero no consiguió convencerla. Quiere darle una oportunidad a la gatita, y la tendrá. Ella sabe que existen sillas de ruedas para gatitos, como esta:
Sabe que se producen llagas que hay que desinfectar, que necesitará cuidados especiales, que supondrá más gastos que cualquier otro animal... Pero también sabe que es un ser vivo que merece una oportunidad, y sabe que, si fuera un bebé humano de un mes, nadie se plantearía matarlo por no poder usar las piernas. Pero un gato, ¿qué es un gato sin patas? La primera opción es sacrificarle, cómo no. Es la opción cómoda, lo fácil, lo que ahorra a la gente tiempo, dinero y preocupaciones varias.
Y lo digo yo, nada menos, que hace años sacrifiqué a mi gata porque se quedó paralizada de las patas de atrás. Ironías del destino. La llevé al veterinario, y me voy a ahorrar los epítetos porque aunque entonces yo no tenía la menor idea de nada, ahora sé que aquel tipo mató a mi gata porque le dio la gana. No sólo no me informó de que a veces la parálisis puede ser temporal y que puede deberse a un pinzamiento. Se limitó a encogerse de hombros, hacerle una radiografía y decirme que no sabía qué le pasaba. Que se iba a gangrenar y que habría que amputar, que mejor la sacrificara. Y, desinformada como estaba, lo hice cuando le empezaron a salir las primeras yagas y vi que iban a más. Y lo lamento, tras todos estos años que han pasado y con toda la información de la que dispongo ahora.
Por eso me quito el sombrero ante lo que hace Ángeles (de quien orgullosamente puedo decir que es una gran amiga de toda la vida) de enfrentarse a todo el mundo y dar la cara por la gatita. Ahora está intentando informarse de cómo se cuida a estos gatos, de qué problemas dan, de si sufren o si son felices, si se desenvuelven solos... No para replantearse el sacrificarla, que no lo va a hacer (al fin y al cabo, para morir siempre hay tiempo), sino para estar preparada y darle el mejor de los cuidados. Y francamente, creo que un gato perfectamente sano en la calle será mucho más infeliz y pasará muchos más apuros que una gatita paralítica con esta pedazo de mamá (y papá, que el marido está de acuerdo, lo cual indica que los tiene muy bien puestos también) y en un hogar donde no podrá ser más querida.
Nuevamente, digo, me quito el sombrero. Independientemente de si la aventura acaba bien o mal, de si al final las cosas se complican y la situación se hace de algún modo insostenible, el mero hecho de haberlo intentado hace que esta grandísima persona goce de toda mi admiración. Y es que las personas que lo intentarían se cuentan con los dedos de una mano.
Y ahora os dejo un reto: encontrad las siete diferencias, porque yo no las veo:
Pero esta gatita es especial. Nació con una malformación en las patas traseras que le impide moverlas. Ha nacido paralítica y parece ser que siempre lo será. Su dueña la llevó al veterinario para sacrificarla en medio de un mar de lágrimas, estaba realmente apenada. La gatita tenía los minutos contados, con tan solo un mes de vida y una salud perfecta, por lo demás.
Esta gatita, no obstante, nació con estrella, que se dice, porque mientras maullaba en la mesa del veterinario, esperando su muerte inminente, un ángel oyó su llanto y se acercó a verla. Ángeles, que así se llama, es la peluquera en esa clínica y está harta de ver sacrificios absurdos: gente que se cambia de piso y sacrifica a su perro porque en el nuevo no le dejan tenerlo, gente que se rompe una pierna y sacrifica a su perro porque no lo puede sacar a pasear... Y como está harta de ver animales morir sin sentido, y como hace poco perdió a su perrita y tenía un hueco que llenar en el hogar, decidió salvar la vida de esta gatita y quedársela. Así que la mandó de vuelta a su casa, con la mamá, hasta que se destete del todo, y luego le tocará cambio de casa.
Ángeles ha recibido todo tipo de avisos de que será difícil, de que sufrirá tanto ella como la gatita, de que cada día será terrible. El veterinario es el primer partidario de sacrificar a la gatita, y le ha dado a esta chica una charla, explicándole por qué es tan mala su decisión. Pero no consiguió convencerla. Quiere darle una oportunidad a la gatita, y la tendrá. Ella sabe que existen sillas de ruedas para gatitos, como esta:
Sabe que se producen llagas que hay que desinfectar, que necesitará cuidados especiales, que supondrá más gastos que cualquier otro animal... Pero también sabe que es un ser vivo que merece una oportunidad, y sabe que, si fuera un bebé humano de un mes, nadie se plantearía matarlo por no poder usar las piernas. Pero un gato, ¿qué es un gato sin patas? La primera opción es sacrificarle, cómo no. Es la opción cómoda, lo fácil, lo que ahorra a la gente tiempo, dinero y preocupaciones varias.
Y lo digo yo, nada menos, que hace años sacrifiqué a mi gata porque se quedó paralizada de las patas de atrás. Ironías del destino. La llevé al veterinario, y me voy a ahorrar los epítetos porque aunque entonces yo no tenía la menor idea de nada, ahora sé que aquel tipo mató a mi gata porque le dio la gana. No sólo no me informó de que a veces la parálisis puede ser temporal y que puede deberse a un pinzamiento. Se limitó a encogerse de hombros, hacerle una radiografía y decirme que no sabía qué le pasaba. Que se iba a gangrenar y que habría que amputar, que mejor la sacrificara. Y, desinformada como estaba, lo hice cuando le empezaron a salir las primeras yagas y vi que iban a más. Y lo lamento, tras todos estos años que han pasado y con toda la información de la que dispongo ahora.
Por eso me quito el sombrero ante lo que hace Ángeles (de quien orgullosamente puedo decir que es una gran amiga de toda la vida) de enfrentarse a todo el mundo y dar la cara por la gatita. Ahora está intentando informarse de cómo se cuida a estos gatos, de qué problemas dan, de si sufren o si son felices, si se desenvuelven solos... No para replantearse el sacrificarla, que no lo va a hacer (al fin y al cabo, para morir siempre hay tiempo), sino para estar preparada y darle el mejor de los cuidados. Y francamente, creo que un gato perfectamente sano en la calle será mucho más infeliz y pasará muchos más apuros que una gatita paralítica con esta pedazo de mamá (y papá, que el marido está de acuerdo, lo cual indica que los tiene muy bien puestos también) y en un hogar donde no podrá ser más querida.
Nuevamente, digo, me quito el sombrero. Independientemente de si la aventura acaba bien o mal, de si al final las cosas se complican y la situación se hace de algún modo insostenible, el mero hecho de haberlo intentado hace que esta grandísima persona goce de toda mi admiración. Y es que las personas que lo intentarían se cuentan con los dedos de una mano.
Y ahora os dejo un reto: encontrad las siete diferencias, porque yo no las veo:
Pues tienes mucha suerte de tener una amiga así y la gatita tiene suerte de tener a su propio ángel de la guarda..en realidad..el mundo e general tiene suerte de que haya gente como ella..ojalá hubiera más.
ResponderEliminarEspero que les devuelva toda la felicidad y alegría que ellos le van a dar a lo largo de su vida. Y si aceptan sugerencias de nombres... Ironside, o Charles Xavier.
ResponderEliminarMagnífico post, Marta. Que tu amiga visite esta página, probablemente ya la conozca pero la pongo por si acaso:
ResponderEliminarhttp://www.elclubdekat.org
Ay... qué post tan bueno. Y esa amiga tuya vale un imperio. Espero que nos informéis de qué tal van las cosas con esa pequeña que ha tenido muchísima suerte de cruzarse en el camino de tu amiga, o al revés.
ResponderEliminarPersonas así quedan pocas.
Besos
Es un esfuerzo que vale la pena,esa amiga es de verdad una persona sensible,quienes somos para decidir quien vive o muere, a veces mas por comodidad que por otra cosa.En cuanto a las fotos si hubieran aplicado esa regla ,los humanos hubieran sido dormidos por "PIEDAD".Felicitaciones a tan noble ser Humano y suerte.
ResponderEliminarEste post me ha alegrado el día :D, en España nos queda mucho para cambiar la forma de ver según que problemas, ya que hay muy pocas personas que deciden adoptar a un animal con problemas, me quito el sombrero por esta chica :), por desgracia la gran culpa de que no se adopten a animales con problemas la tiene la desinformación que existe sobre diferentes problemas en animales, como son el que estén invalidos, tengan alguna enfermedad crónica como la leucemia o inmunodeficiencia ... son pocos los veterinarios que informan bien al respecto y cuando no saben que hacer optan por el camino mas rápido el sacrificio.
ResponderEliminarPor esta misma regla mis gatas no estarian vivas ya que son positivas en leucemia, tampoco estaría viva la gatita que tenia en acogida una amiga cuando por un descuido de su adoptante cayó desde un 4º piso y quedó paralitica y la iban a sacrificar, ni el michin de otra amiga cuando dio positivo en inmuno y la vete le dijo que lo sacrificara y que lo sacara de casa de inmediato. Por suerte estos michines han encontrado alguién que les de una oportunidad y son muy muy felices.
Saludos
Iba a entrar para daros la dirección del club de kat donde encontrara mucho apoyo y asesoramiento.
ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarBueno les cuanto que me encuentro en la misma situación, mi niño Edy sufrió un ataque de un perro el cual le dejó paralítico de las patas traseras aunque tiene sensibilidad en ellas no se logra poner de pié, esto le pasó el día 27 de diciembre de 2011, lo llevé de inmediato al veterinario y aparte de cobrarme 100 euros no me dieron mas solución que el sacrificio así que yo me lo llevé a mi casa con la bolsa de medicamentos y a día de hoy lo tengo en casa. En estos momentos está en fase de adaptación con una ortopedia casera que le hemos hecho con tubos de pvc y ruedas y creo que en breve se va a acostumbrar y a salir corriendo detrás de su hermanito adoptivo. Si que es cierto que desgraciadamente los cuidados son mas intensivos y cansados pero no tiene precio el ronroneo y sus mimos cuando está a mi lado.
Ellos merecen vivir, por desgracia nos a tocado este percance pero es como al que le toca de cerca con un familiar.... y a que no te plantearías sacrificarlo??
Lamento lo que le pasó a tu gato, Judith. No descartes que pueda haber una cura, llévalo a otro veterinario para tener otra opinión, los hay muy derrotistas. Los hay que realmente no se preocupan demasiado por los animales, ni mucho menos tanto como deberían. Yo me he topado con alguno de esos. A la gatita del post la vio un veterinario y dijo que nunca caminaría, e intentó disuadir por todos los medios a mi amiga para que no se la quedara. Dijo que sufrirían las dos. ¿Y sabes qué? La historia no pudo tener un final más feliz: al ir creciendo, la gatita empezó a intentar moverse... ¡y ya anda!. Con un poco de torpeza, porque tiene una deformidad en las patas traseras. Pero camina, corre y salta y juega como la que más. Y al final, la familia que la llevó a sacrificar (con gran dolor de su corazón porque el veterinario no les daba otra salida) se la quedó y están muy felices con ella. Así que, nunca se sabe. Estos animalitos tienen una resistencia increíble y si el tuyo tiene sensibilidad en las patas seguramente la médula está bien y debería poder recuperarse. ¡Pide más opiniones, pero de un BUEN veterinario! ¡Suerte!
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