Por las tardes, libertad condicional. Vamos a empezar con la rutina de dejar salir a Tontín a tiempo parcial para que enrede por toda la casa y vaya teniendo "encontronazos" controlados con mis gatos. Por de pronto, mantengo las distancias a menos que oiga que la cosa empieza a tomar un cariz medianamente serio, pero en toda la tarde apenas he oído un par de bufidos fuera de los decibelios estándar (y de los otros, no más de tres o cuatro, casi todos de Yang) y un amago de "abofetearse" con más bien poco énfasis.
He separado a los gatos un poquito (un cuarto de hora o así) cuando ha habido alguno de estos rifirrafes, y al volverles a abrir, es casi como un "reset" al ordenador: aquí no ha pasado nada, sigan circulando.
Todo sería más fácil seguramente si Yin no fuera tan "tocapelotas" y se pasara toooooodo el tiempo detrás de Tontín. Tontín es muy bueno, pero tiene sus límites, y acaba hasta las narices de que no le deje tranquilo, con lo que se va alterando cada vez más. Como le dé por correr, la hemos fastidiado: Yin saldrá detrás de él a la velocidad del rayo con la intención de darle un buen mordisco en las cachas (jugando, claro). Y eso Tontín aún no lo tiene nada claro.
He encontrado el truco (ayer, para ser exactos) para limpiarle fácilmente la herida de la esterilización. Como cuando le rasco la parte de la espalda más cercana al culete lo levanta en pompa, me coloco delante de él y le rasco. En cuanto levanta el culete, con la otra mano le froto la gasa humedecida en Eqmina (con cariño) y él se mueve un poco adelante o hacia los lados, pero nada que evite que le siga acariciando con una mano y frotándole con la otra una docena de veces, tras lo cual doy por finalizada la sesión y le sigo acariciando un rato más, ya sin tocarle los... bigotes.
Esta tarde me ha sorprendido ver a Yang saltando en un sofá como una posesa sobre Yin y dándole un buen mordisco en la cacha (también jugando), para luego salir escopetada y que Yin la persiga. ¡Cómo se pone las pilas cuando quiere!
Echamos mucho de menos a Marta. A ver cuándo puede conocer a nuestra nueva estrella invitada.
jajaja, por lo menos se deja hacer las curas de esa forma...
ResponderEliminarBesos
Pues claro que es una estrella,hay que tener la paciencia de Job para aguantar, no solo las curas ,las visitas al Vete de por si extresantes para cualquier gatito,sino encima Yin que no lo deja en paz todo el tiempo detras.Esperamos los videos para ver en accion al bueno de Buenin ,capeando las emboscadas.Cariñotes gatunos para los tres.
ResponderEliminartontina hace progresos a pasos agigantados eh? que bueno!
ResponderEliminarQué guay!! Esa manera de limpiar la herida es muy ingeniosa.
ResponderEliminarA los gatos les gusta mucho eso de ser "tocapelotas".