Revisión, guay. Premio, un poquitín más de libertad para Tontín.
Como de costumbre, ha estado supermanso pese a todas las perrerías (o gaterías) que le hemos hecho para mirar aquí y allá y asegurarnos de que todo estaba en regla. En los trayectos no se queja ni un poquito al ir en transportín (y eso que en el coche me dio una lata...). Todos los veterinarios están encantados con él. Como dice nuestro querido comentarista, habría que llamarle "buenín".
Esta vez, en casa, le he dejado bastante más cancha que ayer. Libertad condicional (a condición de que no hubiera ningún altercado) que han respetado perfectamente (los bufidos ocasionales son delitos menores y no cuentan mientras no vayan a más) durante un buen rato; Tontín merodeando por la casa, Yin siguiéndole allá a donde fuera. Yang calculando el lugar más alejado de ellos dos para quedarse por allí tranquila. Tontín sale hacia otro lado, Yin le sigue, Yang cambia de habitación. Tontín se para, Yin lo huele, Yang... ¿dónde está Yang? Tontín bufa a Yin, Yin se tumba en el suelo a su lado. Yang sigue sin dar señales de vida. Tontín reanuda su marcha, Yin vuelve a ser su estela, Yang sale de la otra punta de la casa y vuelve a donde estaba antes de que vinieran a molestar. Al cruzarse, ella le bufa y él se espanta un poco y da un rodeo para no cruzársela. Menuda es la Yang...
Luego un rato de tranquilidad. ¿Dónde estarán? Voy a echar un ojo. La puerta del armario estaba un pelín entreabierta (ayer intentó abrirla, pero no se aclara; haciendo cosas raras con el cuerpo es posible que la haya conseguido abrir si estaba una pizca abierta). Abro el armario y, efectivamente, en el "santuario de los gatos" (creo que todos los gatitos que han pasado por casa han estado alguna vez allí), sobre una pila de jerséis calentitos de Marta, yace el cuerpo tranquilo de Tontín, hoy con unos ojos más abiertos que de costumbre, enseñando su precioso color verde con algunas perlas más azuladas. Yin estaba tumbado bajo la cama. Tontín sale del armario, molesto por mi intrusión y quejándose con un dulcísimo "miauwauwau" (¿en qué dialecto habla?) y Yin reemprende la persecución.
Y así durante una hora y pico.
Luego un enorme "catacroc", y Yin saliendo disparado de la habitación de la cuarentena. El tío se ha subido al planchero (por lo general deliberadamente llena de trastos para que nadie ose subirse, pero esta vez aderezado con la propia plancha, que normalmente está en la cama de la cuarentena pero al cambiar las mantas la dejé allí por despiste), la ha desestabilizado y ha tirado planchero, plancha, trastos y un caballete que estaba apoyado contra la pared detrás del planchero. Tontín ha salido disparado detrás de Yin en cuanto he entrado al cuarto.
He ordenado un poco el tema, dejando la plancha en la cama, y estos han seguido con su historia. Yin dormirá genial hoy (lleva durmiendo conmigo desde que se fueron Sorpre y Botón, formando una diagonal perfecta en la cama con la posición de Yang; ella a mis pies, Yin donde iría la cabecita ausente de Marta).
Luego he vuelto oír bufar a Tontín. He ido a ver qué pasaba (aunque me lo imaginaba) y estaba Yin intentando olerle hasta el DNI si tuviera. He cogido a Tontín en brazos y me lo he traído al regazo delante del ordenador, acariciándole. En menos de medio minuto ya tenía a Yin incordiando, y luego se ha sumado Yang. Yang ha llegado, le ha mirado (Tontín tenía su cara bajo mi brazo, sin poder ver nada), se ha puesto de puntillas para olerle, ha vuelto a bajar y le ha bufado como si fuera una cobra real. Ahí Tontín se ha puesto nervioso, girándose para verla, devolviéndole el bufido ("¡Eso lo serás tú!") y ha empezado a moverse inquieto. Momento en el que he decidido que bastantes experiencias paranormales por hoy. De vuelta a la cuarentena, y mañana más (o esta noche antes de acostarnos, pero un poquito sólo, mientras reparto comida).
Hay fotos y vídeos a porrillo, a ver cuándo me puede echar Marta una mano con estos y con los que tenemos atrasados y vamos completando el puzzle.
jajaja, cómo me imagino las escenas... y me suenan mucho de cuando Zeus llegó a la vida de Luna.
ResponderEliminarAunque la verdad, era él quien andaba detrás de ella con lo renacuajo que era, en vez de al revés.
Me encanta leer su día a día. Mimarle mucho!
Besos
Bueno los celos estan haciendo estragos y una cosa es ser Buenin y otra muy distinta es quedarse con los insultos,menos mal que no podemos traducir lo que se dicen ,pero nada lindo debe ser.De Tontin no tiene ni un pelo.Cariñotes para todos.Que gatito fuera de serie.
ResponderEliminarEsperaré con ansias los vídeos y las fotos!!!
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